La secretaria general de Miraflores Eva Patricia Bueno y el portavoz municipal socialista, Juan Espadas se han reunido esta semana con colectivos y vecinos de las barriadas de Parque de Miraflores, Pino Flores y Campos de Soria, tres zonas residenciales con casi 1.800 familias que presentan un estado de deterioro urbano “que afecta al día a día de los vecinos y que Zoido tiene que saber que existe por mucho que se empeñe en ignorar esta realidad y las dificultades para la gente, en buen número personas mayores, que provocan”.

Espadas ha insistido en su idea de plantear convenios del Ayuntamiento con las barriadas no recepcionadas sobre las que los propietarios asumen la mayor parte de los gastos de conservación y mantenimiento pese a ser un espacio de uso público. “El entorno urbano se ha ido degradando con el paso de los años y los vecinos no tienen capacidad de asumir obras de reurbanización. Ésta es una secuencia que sólo empeora si no se interviene y le corresponde al Ayuntamiento tomar la iniciativa para impedir el deterioro en la calidad de vida de estas familias”, explica el socialista quien cree que ha llegado el momento de “que el Gobierno deje de dar la callada por respuesta ante las demandas de arreglos de los vecinos que caen una y otra vez en saco roto. El Gobierno debe definir una intervención en dos tiempos de manera que quede claro y por escrito a quién corresponde qué y, en a medio plazo, se puedan reurbanizar estos espacios residenciales para que sean recepcionados como cualquier otra calle de Sevilla”.

Mientras tanto, Espadas reclama que Zoido atienda las mejoras en micropolítica “sobre la que hace oídos sordos pese a reclamaciones vecinales o peticiones en junta de distrito”. Como pudo conocer el portavoz municipal durante la visita de inspección, la poda es una asignatura pendiente del Gobierno común a las tres barriadas, donde además hay problemas de limpieza, con la recogida de naranjas y, sobre todo, con el mal estado de calzada y acerados levantados por efecto de las raíces que revientan además los alcorques. De igual forma, los vecinos plantean la necesidad de abordar soluciones alternativas para los jóvenes de manera que se disuada el botellón no resuelto por Zoido que origina, por ejemplo, en Pino Flores, serios problemas de convivencia.

“Zoido tiene un problema de óptica y de fijación de prioridades. Se equivoca en la escala de prioridades de su Gobierno local que sistemáticamente reduce inversiones para los barrios y en la atención a sus vecinos mientras no duda en autorizar 180.000 euros para la colocación de un helicóptero ornamental”, concluye Espadas.