SOY SOCIALISTA PORQUE SOY MARXISTA
La sexta sesión de las Jornadas “Socialismo es Futuro” que celebramos ayer jueves 10 de abril, contó de nuevo con la intervención del compañero Pepe Rodriguez de la Borbolla, que sustituyó al compañero Fernando Soto al que le fue absolutamente imposible dar esta charla sobre el marxismo.
Esta conferencia como las anteriores estuvo introducida por nuestra secretaria general, Eva Patricia Bueno que, en esta ocasión, comentó el Manifiesto Comunista de Marx para contextualizar la charla.
Sobre el marxismo el compañero de la Borbolla expresó que no es sólo un método de análisis, sino que es una concepción del mundo que aún tiene mucho camino que recorrer y del Manifiesto Comunista escrito por Marx cuando sólo contaba con 30 años, dijo que no es una obra teórica sino un trabajo para la dinamización política.
En su intervención mencionó la obra del filósofo marxista francés, Henri Lefebvre quien considera que hay tres concepciones del mundo, una cristiana, otra individualista y una tercera marxista. De la primera opina que tiende a conservar la realidad existente, consolidando la situación social y política del momento; de la segunda considera que conduce a la insolidaridad y al liberalismo y de la tercera establece que, situando al hombre en el centro de su pensamiento, busca su realización. En este sentido el marxismo es un humanismo que sitúa al hombre en el centro y lo une a su condición alienada y subordinada, por lo que el principal objetivo es su liberación. Es por ello una teoría dirigida a emancipar a las personas de sus diversas ataduras.
De la Borbolla añadió que en la actualidad a esas tres concepciones habría que añadirle dos más: el islamismo y el confucionismo y que en cualquier caso las concepciones del mundo llaman a la acción y son instrumentos de legitimación de las políticas existentes.
Volviendo al marxismo, describió que lo más destacable era que aportaba novedades a la filosofía, la historia, la economía, la moral, la sociología y a la concepción del poder político que sigue viva hoy.
En relación a la filosofía, describe el capitalismo como el gran alienante del hombre, que no se pertenece así mismo y cuya alienación procedente de la relación de explotación que mantiene en el trabajo debe ser superada.
El marxismo es también un método dialéctico de pensamiento y análisis de la realidad que propone un análisis desde la perspectiva de que la realidad es contradictoria por lo que hay que tener en cuenta todas sus vertientes, verla en su conjunto, analizar todos sus matices, detalles y contradicciones internas.
Con respecto a la Historia el marxismo propone el materialismo histórico que consiste en entender la historia condicionada por la situación material en la que se desarrolla, por lo que ésta debe ser vista como el producto social concreto de un momento.
A la sociología, el marxismo aporta la división de clases y la máxima de que “La Historia es la historia de la lucha de clases”, así como que el proletariado se convierte en sujeto de la historia cuando adquiere conciencia de clase.
En la economía introduce el concepto de plusvalía, o valor añadido en el trabajo humano, de la que se apropia el capitalismo y es en la que se sustenta toda la explotación del sistema. Sobre este asunto, de la Borbolla indicó que el socialismo es el que se ha encargado de que esta plusvalía no caiga entera en manos del capital.
Con respecto al poder político, el marxismo construye una teoría en la que define al Estado como el instrumento de la clase dominante para el sometimiento de la clase dominada por lo que es necesario que la clase trabajadora conquiste el Estado para terminar con esta situación. En relación a este asunto, Rodriguez de la Borbolla aclaró que en 1848 o 1870 la revolución era la única manera de conquistar el poder porque no estaba reconocido el derecho al voto universal, pero que en estos momentos el camino es la conquista a través de las urnas.
Y por último con respecto a la moral, de la Borbolla expresó que el marxismo entiende que ésta es transmitida y dictada por el poder para legitimar al poder. Y por ello considera que habría que buscar en las personas los valores profundamente humanos, su auténtica naturaleza para establecer la moral.
Como en ocasiones anteriores, después de la exposición de ideas, se dio paso a la intervención de los compañeros asistentes que insistieron en algunos aspectos concretos de la charla, debatieron asuntos controvertidos y dejaron por sentado que si somos socialistas es porque somos marxistas.
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