LA ETERNA PREGUNTA
Hay territorios en los que la Historia plantea siempre la pregunta de qué hubieran llegado a ser si, en determinados momentos, algo o alguien no hubiera cortado el proceso de aprovechamiento de sus recursos por el que caminaban por ella; uno de ellos es el de Andalucía. A Andalucía le han cambiado el paso muchas veces, casi siempre en momentos claves y ello produjo terremotos económicos y sociales y fallas tectónicas difíciles de rellenar. Dejemos los siglos de Al Ándalus, manidos, estereotipados e incomprendidos, y comencemos por el desaarraigo de decenas de miles de personas, los moriscos, con la consiguiente despoblación y el final de industrias tan importantes como la de la seda.
Sigamos, un siglo más tarde, con las imposiciones de la maquinaria del Estado -crítica con los hechos ocurridos cien años antes pero tan ilustrada como miope- desterrando la ganadería y cantando el gorigori a las yeguadas de las que hasta entonces se habían surtido la mayoría y más importantes cortes europeas y habían sido la semilla de las manadas mexicanas, mitificadas luego en la epopeya de la conquista del Lejano Oeste norteamericano. Quedarse sin seda en los albores del mercantilismo o sin caballos cuando éstos se convertían en un arma estratégica hasta el inicio de la I Guerra Mundial a cambio de un cultivo cerealístico extensivo sin las condiciones para hacerlo rentable, tuvo consecuencias muy graves.
Ahora, cuando son cada vez más valoradas las nuevas energías y aquí, dado que tenemos condiciones inmejorables, se las implantaba de forma creciente y se creaba la cadena para producir también su tecnología, otro gobierno -éste no ilustrado pero con las mismas dioptrías de los del XVIII- se empeña en quitarnos esas fuentes de riqueza y -lo que es más importante- echarnos del puesto en la parrilla de salida hacia un mundo donde serán necesarias. Otra nueva sinrazón que sumar a las que nos tocó padecer en tiempos pasados y que, si se cumple, volverá a dejar abierta a nuestros descendientes esa pregunta fatídica: la de que hubiéramos sido si nos hubieran dejado ser lo que éramos.
Antonio Zoido
Publicado en El Correo de Andalucía el 10 de junio de 2014
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