JUNCKER NO ES DON LIMPIO
Antonio Muñoz
Corremos el riesgo ante la catarata de corrupción de que nos ocurra como en la época más sanguinaria de ETA, en la que los reiterados atentados pasaron a formar parte del paisaje nacional y del sonido habitual de las noticias.
Las consecuencias políticas de este cóctel de crisis y corrupción están aún por ver. Las próximas elecciones serán un buen termómetro para medir hacia dónde se dirige el hartazgo ciudadano.
Mientras tanto la ciudadanía no percibe que se esté aplicando el aguarrás necesario para erradicar tanta porquería. Tengo la sensación de que ante tanto caso cercano de corrupción, haya podido pasar un tanto desapercibido el caso LuxLeaks protagonizado por el presidente de la Comisión Europea, J.C. Juncker. Durante sus 15 años al frente de Luxemburgo, 340 multinacionales utilizaron ese país para evadir el pago de impuestos en sus lugares de origen. El mercado único les permitió tributar donde encontraron la mayor de las indulgencias.
Es decir, que mientras se desarrollaban políticas de austeridad y se aplicaban curas de caballo a países como el nuestro, este señor permitía que se vaciaran las Haciendas de esos mismos países, quizás cuando más se necesitaba.
Los recortes hubieran sido menores si ese dinero evadido hubiera formado parte de los presupuestos públicos donde esas empresas facturaban. Se estima en 88.000 los millones de euros evadidos en 2012 en España.
No olvidemos que corrupción y paraísos fiscales van de la mano.
¿Debe este señor presidir la Comisión Europea? Rotundamente NO.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 9 de diciembre de 2014
Enlace a la noticia:
http://blogs.elcorreoweb.es/antoniomunoz/2014/12/09/
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