El Gobierno arrincona a los jóvenes entre el desempleo y la emigración obligatoria
En el Día Mundial de la Juventud, que se celebra mañana, 12 de agosto, UGT denuncia la situación de los jóvenes en el mercado laboral de nuestro país, caracterizada por la temporalidad, la precariedad y los salarios bajos, tanto que puede existir hasta un 40% de diferencia entre el salario de un joven y otro trabajador que realizan la misma labor.
Las medidas del Gobierno, como la reforma laboral, no hacen sino empeorar esta situación, y el Plan de Garantía Juvenil es, a todas luces, insuficiente, ya que solo registra al 8% del total de los jóvenes en desempleo.
Para UGT, es imprescindible implementar un plan de choque juvenil que genere empleo de calidad y unas retribuciones dignas para la cualificación de este colectivo, que no les aboque a más pobreza y desigualdad y a una emigración obligada que les impida generar un proyecto de vida digno.
En el Día Mundial de la Juventud, mañana, 12 de agosto, la Unión General de Trabajadores conmemora el treinta aniversario de la adopción, por parte de la ONU, de medidas específicas para la juventud. Sin embargo, a pesar de que en este tiempo muchas cosas han cambiado para los jóvenes de nuestro país, lo que siempre permanece es la precariedad en el empleo.
Treinta años en los que el desempleo ha pasado de ser un fenómeno coyuntural, ligado a los periodos de recesión, a ser un problema estructural y permanente. Empleos inestables, temporales y precarios, que traen como consecuencia más pobreza y desigualdad en nuestro país.
UGT denuncia que muchos de los cambios producidos en materia de empleo en este periodo, como los generados por la reforma laboral, han mermado la calidad del trabajo, implementando una pérdida de derechos en los jóvenes que acceden al mercado laboral.
El Gobierno desahucia a nuestros jóvenes, arrinconándoles prácticamente al autoempleo y la subcontratación, o directamente a la emigración forzada y obligatoria, arrastrados por la necesidad. Para los jóvenes que consiguen un empleo, solo les quedan condiciones laborales marcadas por la temporalidad y la precariedad, con unos salarios cada vez más bajos que no se corresponden a la categoría que poseen y que les impiden generar un proyecto de vida.
Los datos de la EPA del segundo trimestre del año siguen reflejando la pésima situación en la que se encuentran los jóvenes de nuestro país, con un 47,68% de tasa de desempleo y los jóvenes de 30 a 35 años que son los que más desempleados aglutinan, con un 41,25%.
Y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que existe en nuestro país, de los más bajos de la Unión Europea, y al que se acogen muchas empresas cuando contratan a un empleado joven, hace que la diferencia salarial que existe entre un trabajador joven respecto a un adulto pueda llegar a ser incluso de hasta un 40% menos realizando el mismo trabajo.
Además, se ha producido un aumento de los asalariados con contrato temporal en 66.100 jóvenes menores de 30 años respecto al trimestre anterior, ascendiendo a un total de 1.144.400 jóvenes en esta situación. De hecho, en el tramo de edad de 25 a 29 años, un total de 647.200 jóvenes tienen un contrato temporal.
La elevada temporalidad facilita que muchos trabajadores se queden sin empleo, especialmente los menos cualificados, por lo que UGT manifiesta la necesidad de mejorar la formación para el empleo y que esta formación se adecue a las realidades más productivas de nuestro país. De lo contrario, solo acumularemos jóvenes muy preparados en las listas del paro.
La contratación temporal produce, también, que los jóvenes sean discriminados en materia sindical, ya que al ver precarizadas sus condiciones de trabajo no aspiran a ser delegados o delegadas de personal o miembros del Comité de su empresa.
La solución del Gobierno a esta problemática es un plan de Garantía Juvenil fundamentado en la reforma laboral y cuyos principales ejes giran en torno a las bonificaciones a los empresarios para abaratar el coste de la contratación. Medidas que ni solucionan el problema del desempleo ni eliminan la precariedad existente.
Si observamos las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social correspondientes al 31 de mayo, vemos que hay 60.094 resoluciones positivas en este plan. Sin embargo, teniendo en cuenta que en los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) hay 344.464 jóvenes menores de 25 años inscritos como desempleados, observamos cómo la Garantía Juvenil solo está repercutiendo en el 17% de los jóvenes en paro, algo a todas luces insuficiente.
Los jóvenes desconocen este plan, y los que lo conocen encuentran pocos incentivos para darse de alta en el sistema, debido a que las acciones de formación son incipientes, cuando no inexistentes, y a que se ha paralizado la puesta en marcha de las Agencias de Colocación y, con ello, de las políticas activas de asesoramiento e intermediación, lo que está impidiendo que los jóvenes inscritos cuenten con itinerarios personalizados.
Para UGT, resulta imprescindible derogar de manera inmediata la reforma laboral para poder crear empleo de calidad para los jóvenes.
La recuperación del Gobierno no llega a este colectivo. Solo cuando se creen más y mejores empleos y no se tenga que emigrar para encontrar un puesto de trabajo y ganar el mismo salario que el resto de los trabajadores se habrá llegado a la recuperación real para la juventud de nuestro país.
El acceso al empleo nunca debe ser por la vía de la precariedad, por lo que el sindicato exige:
•Un plan de choque del empleo juvenil, que permita disminuir la tasa de empleo y potenciar la creación de empleo en I+D+i, así como en aquellos empleos verdes con potencial en un futuro próximo. Este plan tiene que incluir también medidas dirigidas a la juventud excluida por falta de formación y experiencia, así como a aquellos jóvenes en riesgo de exclusión social.
•Implementar una Garantía Juvenil que facilite a la juventud trabajo y educación de calidad, orientada hacia el mercado laboral, lo cual debería hacerse mediante la colocación inmediata en un puesto vacante a través de los servicios de empleo públicos, con una oferta de formación y asesoramiento laboral de calidad.
•Terminar con las diferencias salariales que caracterizan al joven empleado respecto al resto de sus compañeros.
•Adecuar el puesto de trabajo a la titulación de cada trabajador y mejorar el sistema educativo, vinculándolo al sistema productivo.
•Conseguir la igualdad de oportunidades en el mercado laboral, reclamando la puesta en marcha de medidas que faciliten la emancipación y puestos de trabajo de calidad que nos igualen al resto de Europa.
•Subir el SMI, ya que el actual no da una visión real del nivel de vida existente en nuestro país.
•Reforzar los recursos de los Servicios Públicos de empleo, para que mejoren la empleabilidad, además de facilitar la inserción de los desempleados jóvenes.
Noticia publicada por ugt.es el 11 de agosto de 2015
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