«QUIERO SER UN ALCALDE DE PROYECTO NO DE FOTO»

espadas2

Diario de Sevilla. María José Guzmánjuanespa

Juan Espadas afronta en estos poco más de 40 días que restan para las elecciones municipales el Tourmalet de su carrera política. Aficionado al ciclismo, está convencido de que la ilusión generada en las pasadas autonómicas por el proyecto de Susana Díaz y la confianza que se ha ganado en los últimos cuatro años de trabajo desde la oposición son etapas ya superadas y que sólo hace falta un último tirón para alcanzar la meta, sin riesgo de sufrir una pájara.

-Se le nota entusiasmado. ¿Qué diferencia hay entre el candidato de 2011 y el de ahora?

-Estoy en el final de un proceso. Tengo la satisfacción del deber cumplido como portavoz de la oposición, antes partía con una inexperiencia de conocimiento de lo municipal grande y ahora se nota mi seguridad, después de patearme los barrios y conocer a los interlocutores y sus problemas. Tengo un proyecto que veo capaz de ejecutar, habrá un cambio de gobierno en esta ciudad que no se ha movido casi nada.

-Hace un año se vistió de alcaldable, ahora lleva el traje de alcalde y hay quien le reprocha que no se lo hubiera puesto antes.

-Cada cosa tiene su tiempo. Yo ese traje me lo puse cuando supe que mi partido había decidido que yo iba a ser el candidato. En septiembre de 2013 cambié mi chip y mi compromiso fue cada día mayor. Algunos no entendían mi estrategia, ahora sí. Era una estrategia humilde, muy autocrítica, aceptando la pérdida de confianza del electorado sobre el PSOE y que sólo podía cimentarse poco a poco. No se trataba de chillar más, ni hacer astracanadas, sino demostrar en base a los errores y a las omisiones clamorosas del PP que esto no es lo que esperaban los que votaron a Zoido.

-¿Antes no se veía como una alternativa posible?

-No creo que nadie pueda decir que yo haya estado relajado los dos primeros años. La convergencia se produce cuando tú vas viendo lo que hace uno y lo que hace otro. Hace dos años la gente veía a Zoido como alguien inalcanzable y a los demás, muy lejos de cogerlo.

-¿Las autonómicas han ayudado a acortar esa distancia? ¿Sin el 22-M la situación sería otra?

-Son la confirmación del trabajo realizado. La gente no es tonta, ni cambia de opinión de la noche a la mañana. Yo soy un beneficiario directo de la ilusión y confianza generada por Susana Díaz. Pero ella no es la única que se ha presentado a las elecciones. Cuando se ha deplomado el PP se ha desplomado Rajoy y también lo que se pensaba de Zoido. Es una mezcla.

-En unas municipales el castigo a Rajoy o a Moreno Bonilla no tiene por qué ser igual al de Zoido.

-Pienso que hay un castigo claro al PP del que no se va a salvar Zoido. La gente sabe que el alcalde es el PP y es Rajoy, pues ha apoyado sus políticas y ha sido responsable del PP andaluz casi dos años. Si él dice lo contrario, miente. Los incumplimientos de los ministros del PP aquí también son responsabilidad del alcalde, como por ejemplo que no haya todavía un duro del Estado para Los Pajaritos o las comisarías paralizadas o que no se sepa nada del convenio que firmó Zoido con Fátima Báñez sobre empleo. Ya no vale sólo tener cara de buena persona.

-¿Cree que el alcalde miente?

-Claro, ha dicho cosas que no son verdad en Semana Santa, según está denunciando el sindicato policial. O dice verdades a medias o está ocultando cuestiones que sabe y no cuenta. Ha intentado montar un relato respecto a qué se encontró cuando llegó, primera gran falsedad. Voy a dar datos a lo largo de la campaña para demostrar que esas cifras sobre el endeudamiento y otras cuestiones económicas sobre las que él sustenta su único cimiento de credibilidad no son como él lo cuenta.

-¿No se encontró 400 millones de euros de deuda oculta?

-No. Si fuese verdad, ¿cómo es posible que mantenga al interventor o al secretario del Ayuntamiento?Esas dos personas son las encargadas de velar por la seguridad jurídica de este ayuntamiento. Y no es verdad lo de las facturas en los cajones. Es evidente que la situación no podía estar tan mal como dice Zoido si en sólo dos años dice que está tan bien. No es creíble.

-Las cuentas están saneadas…

-No, tenemos el endeudamiento que se puede permitir el Ayuntamiento de Sevilla en relación con su volumen de ingresos y sin problemas para prestar servicios públicos. Yo he reconocido el cambio para bien en la gestión de Tussam, pero se ha logrado desde la mejora del clima laboral, no han aumentado las transferencias del Ayuntamiento a esta empresa que, no obstante, mantiene un equilibrio, pero con una deuda y una situación financiera delicada. Pero, insisto, cuatro años después no vale decir que se ha dedicado a una única gestión, que es la contabilidad. Es más, Zoido ha ahorrado en determinadas partidas en las que la ciudad necesitaba que no ahorrase, sino que gastase.

-¿A qué se refiere?

-Por ejemplo, la no cobertura de las vacantes en la plantilla municipal. Eso ha afectado a servicios clave y Zoido no puede esconderse detrás de los planes de ajuste y las decisiones del Gobierno de Rajoy. Aquí hay dificultades en los talleres municipales para reparar un vehículo, por ejemplo. Y hable con el personal de limpieza.

-Esos planes de ajustes impedían la cobertura.

-¿Y cuánto tardó al señor Zoido en derogar el plan? En el momento en el que vio que no podía constituir el consorcio de la zona franca, por ejemplo. Le dio la vuelta a la película y tan sólo un año y medio después de suscribirlo ya Sevilla cumplía los requisitos para salir. ¿No parece sospechoso? Su estrategia es justificarse diciendo que la culpa siempre es de otro. Hay que desmontar las mentiras.

-¿La falta de colaboración de la Junta también es otra?

-Estoy convencido de que el 24 de mayo se acaba la confrontación y empieza la estrategia del consenso, de la búsqueda de acuerdo, la de la negociación, dura si tiene que serlo, pero con argumentos, no con estrategias políticas. El señor Zoido, no nos olvidemos, era el presidente del PP que confrontaba con el presidente o la presidenta de la Junta en el Parlamento una vez cada dos semanas. Y eso no le permitía hacer una estrategia de acuerdo como alcalde de Sevilla. Su dirección política del PP ha perjudicado los intereses de Sevilla. Es justo al revés de cómo lo cuenta el señor Zoido.

-También dice que sólo un gobierno aliado puede hacer que Sevilla avance.

-Si él cree eso, el que debe ser alcalde soy yo. Y voy a demostrarle que gobiernos municipales de su misma fuerza política han conseguido acuerdos con la Junta negociando, acordando y debatiendo. Y él, por prepotencia y soberbia, y sobre todo por estrategia política, no lo ha hecho. Zoido se ha negado a sentarse con un responsable de IU para hablar de vivienda y eso es evidente. ¿Por qué no firmó el convenio del carril bici con Elena Cortés antes de irse? Ya lo habían firmado no sé cuántos ayuntamientos del PP. Yo no haré eso.

-¿Qué hará?

-Lo primero, sentarme con la presidenta de la Junta de Andalucía y hablar del Metro. Y de la Ciudad de la Justicia. Y cerrar un calendario de proyectos. Será mi responsabilidad como alcalde. Es falso que la Junta bloquee, eso sería muy peligroso desde el punto de vista de la legalidad, no se puede hacer sin un argumento o un informe técnico que lo avale. ¿Por qué no avanza Sevilla Park? Ese tema está en manos del Ayuntamiento y Urbanismo. Pero el señor Zoido es capaz y capataz de acusar a la Junta. Él ha acusado a la Junta de proyectos que no habían llegado a ella todavía: hablaba de bloqueo en la Gavidia cuando todavía no había mandado los documentos y todo estaba en el Consejo Consultivo. Y lo hizo con Altadis, cuando aún no se conocía el convenio, y también con Ikea.

-¿Cree que hay una voluntad por parte del Ayuntamiento de dilatar los proyectos o paralizarlos?

-Simplemente es incapacidad de gestión. El alcalde es un profundo desconocedor de la gestión administrativa. Se ha tirado un año con Altadis y decía, cuando era portavoz de la oposoción, que Ikea se resolvía en tres meses. Igual que las fianzas de los parkings, y tardó uno o dos años en tener los informes jurídicos. Alfredo [Sánchez Monteseirín] lo intentó, pero no llegó a tiempo.

-Para eso están los equipos.

-Pero ha sido incapaz de poner en marcha la maquinaria de la Gerencia de Urbanismo y eso es su responsabilidad política y la de la persona que puso al frente.

-¿Lo salva la micropolítica?

-La gente se siente engañada. Zoido se comprometió con el mundo mundial, sin explicar cómo ni con qué presupuesto. Y visto lo visto, debería haber vuelto a los barrios a explicar por qué no se podía hacer lo prometido, dar la cara. Eso la gente no lo perdona. Ha sido incapaz, por ejemplo, de ir a El Trébol en cuatro años para explicar el retraso en una urbanización que era urgente. Yo no digo que tenga que ir por ahí pidiendo perdón, pero a veces hay que dar la cara porque la gente no entiende los agravios, por qué en un barrio sí y en otro no, a la gente le gusta participar en las decisiones.

-¿No hay herramientas? Este mandato ha sido el de la e-democracia.

-Al final todo eso son cuentos. Todo eso está muy bien, pero no se puede ofrecer en un distrito el open government y no atender una cita con un vecino. A la gente les gustaba los presupuestos participativos, no se puede huir de verles la cara. Hay que cambiar el modelo de participación.

-¿También el modelo de ciudad?

-Hay que recuperar el tiempo perdido, la ciudad se ha quedado congelada. Este gobierno no ilusiona y eso lo veo en la cara de los empresarios con los que me reúno y dicen que no saben hacia dónde va o quiere ir esta ciudad. Este gobierno no tiene discurso, Zoido tampoco, no es un hombre de discurso ni proyectos.

-¿Y usted tiene claro el rumbo?

-Sí, cada vez que saco un proyecto veo si tiene correspondencia con otra ciudad. Yo hablo de bus gratuito para jóvenes, vinculado al ocio nocturno y existe la tarjeta Zaragoza activa. Mi modelo para las naves de Renfe, con un entorno participativo y cultural, se refleja en el proyecto Matadero de Madrid… Nos fijamos en cosas que se están haciendo en otros sitios, a veces por gobiernos del PP y otros del PSOE. ¿Y en Sevilla qué se ha hecho en estos cuatro años? ¿En qué hemos destacado?

-Una de las banderas, dice el alcalde, es la zona franca.

-Considera que su mejor iniciativa es una decisión política. La zona franca no deja de ser una gestión de alguien que te autoriza a algo porque está en su mano como responsable público. No ha requerido ni un euro de inversión pública, ni significa que haya ido ahí nadie aún. Un gran logro es hacer una infraestructura, cambiar la realidad de un barrio… No voy a decir que sea negativa, todo lo que sume viene bien, pero sin una gestión de qué queremos que vaya ahí, lo mismo al final sólo genera beneficios a los que se instalen y no a la ciudad. La zona franca no va a ser el milagro de Sevilla.

-Al menos a corto plazo no va a venir inversión pública. ¿Qué solución ve usted?

-Lo tengo clarísimo. Desde hace más de un año y medio tendríamos que estar trabajando con un equipo de expertos y con técnicos de la Junta de Andalucía para diseñar los programas que se pueden beneficiar de fondos europeos en el marco 2020. Ya otras ciudades nos llevan la delantera. Y buscar también vías de financiación para el Metro, por ejemplo. Pero lo inmediato está en los fondos europeos. Ahora tenemos una oportunidad muy interesante. Éste será el mandato que termine en Magallanes, en 2019, conmemorando el V centenario de la primera vuelta al mundo. Esta ciudad avanza cuando se pone referencias históricas, le sirven para marcar retos y generar una confluencia de intereses. Quiero sentar a empresas que considero tractoras de la ciudad, junto a las otras administraciones y poner proyectos sobre la mesa. Yo quiero ser un alcalde con proyecto, no un alcalde de foto.

-Se necesitan esas líneas estratégicas pero también otras más domésticas, las que afectan a problemas urgentes como el paro o la vivienda. ¿Qué cree usted que se puede hacer?

-Se pueden hacer cosas, a pesar de que el alcalde diga que el empleo no es competencia suya. Lo han hecho otros ayuntamientos, a pesar de la reforma local, un corsé que, por cierto, habría que quitar en el momento en que el Tribunal Constitucional se pronuncie o haya cambio de Gobierno en Madrid. No necesitamos ayuntamietnos contable, sino que participen en los problemas de la gente, como complemento a lo que haga la Junta.En los primeros plenos del próximo mandato llevaremos planes de choque de empleo en los barrios en los que se nos está esperando. Me sentaré con el interventor y con el sursum corda si es necesario para ver qué se puede hacer desde la legalidad. De los 86.000 desempleados de la capital, 48.000 son personas que tienen sólo estudios hasta primero de la ESO. Y el 44% de las familas en paro ya no tienen prestaciones, el riesgo de exclusión social en determinados barrios es muy grave. ¿El Ayuntamiento puede estar de espaldas a eso?

-¿Otros municipios han hecho planes de este tipo?

-Sí, en ayuntamientos malagueños del PP, en colaboración con la Junta. En Mijas hay un programa de renta básica de 600 euros: a cambio de un salario mínimo, se hacen trabajos sociales de interés para la ciudad, como de conservación del barrio, parques y jardines,una filosofía parecida a la de los planes de empleo de la Junta, son de choque, no solucionan el problema del desempleo, pero generan unos ingresos a familias en situaciones extremas.Y mi responsabilidad es saber cuántas familias sevillanas están así y qué se puede hacer desde los servicios sociales.

-El empleo es la mejor política social.

-Hay que saber qué hacer en Torreblanca. No se puede ir a El Esqueleto para hacerse una foto diciendo que se ha arreglado una carretera. ¿Y lo que hay a un lado y a otro? En cuatro años la realidad en Martínez Montañés ha empeorado y el alcalde no debe dormir tranquilo sabiendo eso. No basta con culpar a la Junta. Si actúa en toda Andalucía, debe hacerlo en Sevilla.

-Si la situación en algunos barrios ha empeorado, también habrá más descontento. A Zoido le prestaron allí muchos votos.

-Ahora puede ocurrir justo lo contrario. Yo pensaba que en cuatro años era muy difícil que la gente diera por amortizado a Zoido como alcalde, a la persona, no hablo del desgaste del PP. Y eso significa cambio de alcalde. A Zoido, al final, los ciudadanos lo echarán por inactividad. A Monteseirín fue por lo que los ciudadanos entendían que eran errores. A uno por acción y a otro por omisión.

-¿Y por qué piensa que ese descontento se traducirá en votos para el PSOE? Hay otros partidos emergentes.

-Se ve en las encuestas, sigue habiendo dos únicas formas de gobierno en la ciudad. Antes era muy difícil tener ese 5% de representación municipal y ahora se llega. Porque lo que antes era una bolsa de abstención, ahora se ha concentrado en algunas marcas, no proyectos políticos ni siquiera personas, que aglutinan el descontento. Ya veremos si eso cuaja o no. Pero sí parece que vamos a una realidad de varias fuerzas políticas. Pero no son fuerzas de gobierno, no nos confundamos. Ahora quien está en discusión es quién va a ser el alcalde y sólo hay dos alternativas: Zoido o yo.

-Esas nuevas opciones han fragmentado aún más la izquierda. ¿Eso le perjudica?

-Ahora se ha visto que el voto de la derecha también se ha fragmentado y roba votos al PP. Quizás por eso el PSOE sale de primera fuerza política, el voto secuestrado es mayor para el PP.

-Los 113.000 votos que su partido sacó en las autonómicas en la capital no dan para gobernar.

-El que tenga 120.000 votos gobierna seguro, eso los sacamos en 2007. Y estamos muy cerca, pero todavía tengo que sacar 10.000 votos más para estar seguro. Ya sólo habrá mayorías simples.

-Eso obliga a llegar a acuerdos y esa cultura no existe. Aún no se ha producido la investidura de Susana Díaz.

-A Sevilla no le ha ido bien con una mayoría absoluta. A España tampoco. Zoido no ha sabido dialogar, ahí está el ejemplo de la zona azul. Pero la ciudadanía quiere que nos pongamos de acuerdo y ahora hay que explicar la utilidad del voto.

-¿Y cuál es el voto útil?

-El del cambio.Zoido no merece estar cuatro años más de alcalde. Toda Sevilla sabe que este gobierno es mejorable. Y hay otra forma de gobernar.

-Explíquela.

-Puede parecer literatura, pero yo puedo gobernar generando otra dinámica, con la colaboración del sector privado, de las universidades. Iré a la Junta con uno o dos concejales y diez empresarios para hablar de I+D en la Cartuja, por ejemplo. Zoido sólo ha presentado locuras, como la de la Ciudad de la Justicia, y la Junta quiere proyectos realizables.

-¿Su mejor campaña es el trabajo que ya ha realizado con esos sectores?

-Es lo que yo ya tengo en la cabeza. Sé por qué hay que apostar, dónde tiene que tener el protagonismo el Ayuntamiento, en el Polígono Sur, por ejemplo. En la campaña ésa es la mejor marca, la de los proyectos.Y el PP no va a hablar de propuestas, su balance es el que es y no va a repetir lo que no ha podido hacer.

-El sevillano suele pecar de conformista, ¿cuenta con eso?

-El ciudadano no tiene la culpa. Es hora de que Zoido rinda cuentas, porque se le entregó mucha confianza y no puede seguir viviendo de las rentas. Se quejó mucho de la herencia, pero lo único que él ha hecho ha sido gestionarla. Yo tengo un pálpito y el cambio se percibe ya. Lo veo en los empleados municipales, los taxistas y en la calle.

Entrevista publicada en diariodesevilla.es el 12 de abril de 2015

Enlace a la entrevista:

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/2004966/quiero/ser/alcalde/proyecto/no/foto.html

Cheap Live Sex Web Cam

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *