LA HERENCIA
Antonio Zoido
Cuando comenzó la crisis, la gente descendiente de los proletarios desposeídos de los derechos y bienes más elementales del XIX, debería haber llegado a la conclusión de que era el momento de volverse conservadora, o sea, de defender contra viento y marea lo conseguido para vivir dignamente y para dejarlo en herencia a los de después.
Sin embargo lo que se produjo fue el pánico.
Un pánico que hizo olvidar las conquistas sociales y, al mismo tiempo, cómo y por qué se había llegado al bienestar. Gente de esos mismos niveles se han vuelto de extrema derecha en Francia o Austria, antieuropea en Gran Bretaña, independentistas en Cataluña, medieval en Hungría o Polonia…
En España la campaña electoral se ha vuelto loca. La gente ya no pregunta qué propuesta hace cada partido ni éstos se molestan en hacerlas. Las encuestas son un calco de las de una liga de fútbol. Y en una situación como ésta es en la que hay que reflexionar sobre quién promovió la gran transformación de España y de Andalucía y, pensándolo bien, sólo sale un nombre: el socialismo democrático.
No este nombre o aquel como si se tratara de Messi o Ronaldo sino la organización que, en los orígenes del capitalismo, formaron aquellos que no tenían nada para ir consiguiendo metas económicas, sociales y políticas. Y eso es incontrovertible. Yo no voy a ir a votar ni por una subida o bajada del IRPF ni subyugado por el diseño de un catálogo o por la simpatía de un candidato. Voy a votar por lo mismo por lo que vivo: por dejar una herencia. Decididamente me he vuelto un conservador.
Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 21 de junio de 2016.
Enlace al artículo:
http://elcorreoweb.es/opinion/columnas/la-herencia-DK1914511