“QUIERO IMPLICAR A LA UNIVERSIDAD EN LA GESTIÓN DE LA CIUDAD”
Entrevista a Juan Espadas, candidato del PSOE a la Alcaldía de Sevilla. Hace ya tiempo que no está solo ante el peligro. Desbancar al Zoido de los 20 concejales no le va a ser fácil, pero las cosas han cambiado de cuatro años acá. La gente, también.
César Rufino
La lista del PSOE para las municipales acaba de salir del horno y Juan Espadas, su líder, lo tiene claro: «Es una lista para gobernar», dice. Pero echar a la cuneta al Zoido de la mayoría absoluta y los 700.000 apretones de mano va a ser difícil pese al desgaste y al voto de castigo. ¿Qué llave tendrá pensada el socialista para lograrlo?
—Ha dicho que la reactivación económica y el empleo son sus prioridades. ¿Tiene algo que ver con eso el nombre de Carmen Castreño como segunda de su lista?
—La reactivación económica y el empleo pasan por un buen conocimiento del tejido empresarial y del papel motor que tienen que tener tanto el Puerto como Cartuja, y una apuesta por sectores económicos productivos emergentes donde Carmen Castreño sin duda es una persona clave y a todas luces de las más capacitadas para pensar en la ciudad en términos de desarrollo metropolitano, en el ámbito donde se puede generar empleo en cantidad y calidad suficientes. Con una experiencia de años en la Autoridad Portuaria y no solo de ahora como presidenta. Además, tiene experiencia municipal.
—¿Qué otros mimbres tendría el equipo económico?
—Ese fichaje de Castreño hay que combinarlo con el otro elemento, que es el urbanismo dentro de un modelo de ciudad claramente identificado con el PGOU existente, una ciudad sostenible, pero donde hay muchas oportunidades todavía de suelos productivos que habrá que priorizar. Por lo tanto, el equipo económico tiene que tener esos tres pilares, con el propio alcalde implicado con un modelo de ciudad en la cabeza, cosa que le ha faltado desde el principio al PP y al alcalde. Antonio Muñoz sería el otro elemento. Los tres tendremos la máxima responsabilidad de ese objetivo principal.
—¿Seguiría llevando una línea de austeridad?
—El Ayuntamiento tiene que seguir siendo austero, pero cada euro de recurso municipal debe tener capacidad para crear puestos de trabajo, no solo en el sector público sino también en el ámbito de los contratos públicos municipales o de la economía social o del tejido de la pequeña empresa o de los autónomos de la ciudad, elementos en los que yo voy a hacer mucho hincapié. Y esa es la otra pata de la casa. Como segundo elemento capital, el Ayuntamiento tiene que tener una línea clara de gestión de la hacienda pública y ahí busco un perfil de reconocida experiencia y prestigio, Joaquín Castillo, presidente de la CHG hace solo un par de años, y además es persona que en el ámbito de la Junta de Andalucía ha tenido responsabilidades de gestión. Él compone un perfil para ser concejal de Hacienda y Administración Pública.
—¿Cuál es su apuesta en materia de políticas sociales?
—Estas pasan por hacer un diagnóstico adecuado mediante la confección de un mapa de cohesión social de la ciudad; ese mapa donde están los principales problemas de los ciudadanos. Esa pata social de indiscutible competencia municipal tiene que estar bien atendida, mucho más reforzada que lo que este gobierno municipal ha hecho y además sin externalizaciones: aquí la responsabilidad es pública y tenemos que dar la cara. No vale transferir responsabilidad pública a oenegés, ni siquiera porque le incrementen las subvenciones, que es lo que ha hecho el actual alcalde, no reforzar en un momento de emergencia social los servicios propios. Hay que seguir apoyando económicamente a quien hace eso, faltaría más, pero hay que asumir toda la responsabilidad porque en muchos casos están desbordados. En este ámbito de las políticas sociales la elección es Juanma Flores, médico, persona que ha llevado esa área en la oposición, persona que conoce bien las cosas que se han hecho bien y las cosas que hay que mejorar. Eso incluye las zonas de especial transformación, es decir, donde se aglutina un mayor volumen de problemas y que en algunos casos tienen planes integrales propios como son Polígono Sur, Tres Barrios-Amate, Polígono Norte y Torreblanca, zonas donde habrá que llevar a cabo no ya actuaciones sin más de servicios sociales puntuales, sino planes integrales en donde se combina la acción pública de fomento y apoyo con el ámbito educativo y el apoyo a las familias. Estamos hablando de personas con riesgo de exclusión social y otros problemas. Hay que abordar esto de forma integral y con apoyo de otras administraciones como la Junta de Andalucía. Durante estos cuatro años hemos estado viendo cómo Zoido intentaba constantemente trasladar la responsabilidad de los servicios sociales o a la Junta o a las oenegés, cuando yo creo que el Ayuntamiento es el protagonista cuando hay un problema social en un barrio de la ciudad. Primero, el Ayuntamiento, y luego el resto de administraciones. Ese es el orden de responsabilidades.
—¿Cuál es su plan para los distritos?
—Pienso cambiar el modo de gestionar la política municipal en los barrios, que es la auténtica descentralización de los distritos. Y eso significa tener de una vez por todas delegados que asuman por primera vez competencias y presupuestos propios para las decisiones domésticas diarias y cotidianas. Ahí el delegado tiene que ser de verdad la cara responsable, y no alguien que tramita o que eleva a otros departamentos del Ayuntamiento pero quitándose de en medio a continuación. No puede pasar que un delegado diga en las juntas municipales de distrito: «No, es que yo esto ya lo he trasladado a la GMU, o a Lipasam, o…». ¿Qué pasa con las denuncias reiteradas de vecinos a la Policía Local cuando no se va a un barrio? El delegado tiene que estar al frente de eso. Por lo tanto, más competencias y evidentemente una planificación presupuestaria en la que participen.
Foto: Pepo Herrera
Foto: Pepo Herrera
—Zoido tiene un delegado por distrito. ¿Puede ofrecer más que eso?
—Zoido ha tenido 20 concejales y ha podido tener por primera vez en la historia del Ayuntamiento un delegado para cada distrito en exclusiva, pero eso no ha significado que el delegado haya tenido más capacidad de respuesta a sus vecinos; si quieres, ha generado todavía más impotencia. Al delegado lo ven paseándose y escuchando, pero no lo ven resolviendo. Yo quiero delegados de verdad que no escurran el bulto o que sencillamente, con la mejor voluntad pero por falta de competencia, no puedan dar respuesta. Esa es sin duda la gran revolución. Y Zoido, que como yo lo escribió en su programa electoral de 2011, no ha movido un dedo. No me valen humos: es una realidad que el presupuesto de los distritos es menor que el que tenían antes. Esa área es la que quiero que lleve Adela Castaño, que conoce bien uno de los distritos de esta ciudad que es casi una ciudad en sí misma, que es Sevilla Este, Alcosa y Torreblanca, y además vamos a hacer auténticas experiencias de cogestión o autogestión con la participación ciudadana. Tenemos que dar ese salto. Los ciudadanos quieren cogestionar determinado tipo de equipamientos, y ya sean instalaciones o locales que tienen en sus barrios, quieren voluntariamente asumir una mayor responsabilidad. Y esto significa un modelo mucho más vertebrado. Si tenemos medios y equipamiento, ¿por qué no dar esa implicación. Yo estoy convencido de que además se mejora la calidad democrática y se refuerzan las instituciones cuando el vecino se implica en ellas y participa activamente.
—Pero la participación no solo puede ser a nivel vecinal. ¿Tiene previsto hacer algo con las instituciones?
—Vamos a hacer algo que no se ha planteado en ningún momento, que es un delegado –o una delegada, en este caso– que atienda de manera preferente la relación con la Universidad y la comunidad educativa universitaria. Estamos hablando de casi 70.000 personas, un diez por ciento de la población de Sevilla. Ahí no basta con un delegado de relaciones institucionales como Zoido plantea, que se relacione con el rector o el vicerrector de turno, sino que estoy hablando de una delegación con una estrategia definida con esa comunidad universitaria y se trabaje en distintas líneas. Ejemplo: en la comunidad universitaria tenemos docentes, investigadores de primer nivel con quienes me gustaría contar a la hora de tomar decisiones en el Ayuntamiento, implicarlos en la gestión. Hemos tenido ejemplo con el arbolado y las podas. Al Ayuntamiento le vendría muy bien estar asesorado por este tipo de personas. En ecología urbana, sí, pero también en el urbanismo, en la recuperación de espacios públicos. Tengo buena interlocución con ellos. Y que los alumnos de Ingeniería participen también, por ejemplo en el diseño de propuestas para la recuperación de espacios. Y estamos trabajando con ellos en ese sentido.
—¿En qué asuntos?
—Por ejemplo, en las naves de Renfe, donde estoy preparando una propuesta que salga del ámbito de la juventud sevillana y que esté tutelada por profesores de la Universidad de Sevilla, de la Hispalense y la UPO, orientada hacia un proyecto diferente de ocio y cultura juvenil que sea distinto, completamente nuevo y que venga creado de abajo arriba desde las propias necesidades e inquietudes de los jóvenes sevillanos y con una determinada formación y cualificación, para encontrar un espacio tipo Matadero de Madrid a medida de los jóvenes. No con una gran inversión pública, no con un gran constructor detrás ni con un concurso de ideas internacional, sino mucho más a pie de obra y a pie de terreno. Y también análisis, como los que tengo ahora en marcha de mejora de paisaje urbano, desde la entrada de Santa Justa que es un desastre. A mí me gustaría que eso saliera también de propuestas de la comunidad universitaria. Y una más, que también creo muy novedosa: la evaluación de políticas públicas. Esto es lo que planteo, además de todo lo que exija la comunidad universitaria en términos de transporte, de becas, de apoyos económicos que pueda generar el Ayuntamiento… No es dar solo un diploma a los mejores expedientes académicos, sino avanzar en otras formas de relación. Esto lo llevaría Míriam Díaz, que es trabajadora social y una mujer muy competente. Pertenece al distrito de Pino Montano y va a ser nuestra interlocutora con la juventud y la comunidad universitaria.
—¿No le preocupa que estos planteamientos de gobierno se puedan venir abajo por la disgregación del voto de izquierdas bajo un maremágnum de siglas?
—La derecha de esta ciudad, en estos momentos, tiene un nivel de frustración importante que a mi juicio le va a dar algunas sorpresas al PP. Porque se convierta en abstención o busque opciones más centradas en las que yo espero conseguir apoyos, porque mi opción es de centro izquierda. Zoido no es más que el agente urbano de Rajoy y de Arenas y de Juanma Moreno, por eso espero un severo desgaste. Frente a eso lo que hay es una nueva fuerza que no tiene pasado, que casi no tiene programa y que no tiene caras. Es un voto a ciegas. Ante ese voto de descontento, yo propongo el voto del sentido común. Los sevillanos somos bastante sabios. Espero que otras fuerzas políticas que puedan estar a la izquierda avalen que Zoido no es lo que necesita esta ciudad otros cuatro años, sino que necesita una alternativa de izquierdas o de centro izquierdas. Esa alternativa soy yo, y por lo tanto espero que tenga el aval de cualquiera que se autodenomine progresista en esta ciudad.
Entrevista publicada en El Correo de Andalucía el 7 de febrero de 2015
Fotografía: Pepo Herrera
Enlace a la entrevista:
http://elcorreoweb.es/2015/02/07/quiero-implicar-a-la-universidad-en-la-gestion-de-la-ciudad/
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