Antonio Muñoz

Parafraseando a San Agustín, va a ser más fácil ver a un burro volando que al alcalde de Sevilla acertando con algún cálculo numérico.

El primer edil nos tiene acostumbrados a continuos desaciertos cuando se trata de poner cifras en sus declaraciones: afirmaciones como que el ayuntamiento paga en 9 días las facturas a sus proveedores o la de que en 15 días se resolvía la implantación de una multinacional sueca.

El gobierno local está reñido con las matemáticas. Su último cálculo sesudo tiene que ver con la lluvia de millones que esta Semana Santa ha traído a Sevilla. Antes de que finalizara el Domingo de Resurrección, ya teníamos al alcalde lanzando la cifra sospechosamente rotunda de 280 millones de euros.

Se dice que desde la troika (Montoro también se ha interesado) han enviado emisarios a la Plaza Nueva para conocer al equipo de economistas y estadísticos que, en un tiempo record, ha calculado con tanta precisión los millones de euros.

Se cuenta que, como no han encontrado base científica que sustente la cifra dada, están optando por una explicación más cercana al ámbito de las ciencias ocultas: comentan que si el tarot, que si la numerología, que si la oiuja…

Y ahí siguen, dándole vueltas al asunto. Los pobres no se dan cuenta de que no hay nada que hacer: la única técnica econométrica que este alcalde y sus secuaces conocen es la conocida como O.C.D.: Oscilación Cinco Dedos. O, como diría un amigo mío trianero: Chispa más o menos. Así nos va…

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 6 de abril de 2015

Enlace al artículo:

http://elcorreoweb.es/opinion/columnas/el-tarot-del-alcalde-GM196383