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Podredumbre
María del Mar Martín
Es, en los momentos de mayor dificultad, cuando las personas demuestran lo que son, descubriéndose lo mejor y peor de cada uno. En tiempos duros la solidaridad y la mezquindad conviven en mayores dosis, envueltas cada una en los dos modos de actuar ante la realidad, el del compromiso social o el del liberalismo a ultranza. Y es también en horas difíciles cuando la definición de patriota cobra sentido.
Según la RAE en su primera acepción, patriota es la persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien, por lo que, a día de hoy, los patriotas son los que están al frente del Gobierno luchando de la mejor manera contra esta crisis sanitaria, hasta hoy desconocida y desorbitada. Patriotas son los hombres y mujeres pertenecientes a los servicios que representan al Estado de Bienestar y que reciben multitudinarios aplausos a diario. Y patriotas son los autónomos y trabajadoras y trabajadores por cuenta ajena que sufren el cierre de negocios y el confinamiento en casa.
Sin embargo, son precisamente los que a menudo se autoproclaman patriotas los que más mezquinos resultan en estos tiempos, que, aludiendo de nuevo a la RAE, es lo mismo describirles como faltos de generosidad y nobleza de espíritu.
Inundar las redes sociales de bulos y mentiras para ensuciar y empobrecer la imagen del Gobierno no es de patriotas. Crear situaciones de alarma ficticia y fomentar el odio no es de patriotas. Desprestigiar acciones consensuadas con expertos y técnicos para sacar rédito político, no es de patriotas.
La miopía con la que afrontan esta crisis sanitaria, en la que se juegan a diario la vida cientos de miles de personas, les hace perder perspectiva. Son cortoplacistas y cretinos, manipuladores desvergonzados que confunden lo privado con lo público para sacar tajada.
Ni en los momentos de mayor debilidad de un pueblo, acosado por una agresiva pandemia, son capaces de moderar el discurso y arrimar el hombro. A cambio, aprovechan los índices de mortandad para señalar al culpable que ellos han decidido. Cuando más necesaria se hace la unidad de todos y el apoyo incondicional se vislumbra como un beneficio colectivo, optan por seguir a lo suyo, trabajando para sacar ventaja, incluso de la mayor desgracia que ha vivido esta generación.
La ejemplaridad se mide cuando la incertidumbre nos afecta a todos. Es entonces cuando las palabras, lealtad y patriotismo se definen y describen un escenario real en el que cada uno ocupa el espacio que le corresponde. Y sólo desde ese espacio se puede proyectar la virtud o la podredumbre que se lleve dentro.
La OMS alaba el trabajo “heroico” de los sanitarios españoles y las medidas “audaces” del Gobierno: “Han tomado decisiones valientes”
eldiario.es
EFE Madrid
El director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, se ha mostrado este domingo «profundamente impresionado» por la actuación de las personas que trabajan en España en primera línea para combatir el coronavirus, ha destacado la solidaridad de los españoles y ha reconocido la actuación del Gobierno.
En un mensaje a través de Twitter, Kluge se ha mostrado «profundamente impresionado por el heroísmo de los trabajadores de primera línea», que combaten la pandemia, y ha señalado la «solidaridad de los españoles» y la «resolución inspiradora» del Gobierno español en esta pandemia.
El alto responsable de la Organización Mundial de la Salud ha expresado su «optimismo prudente» como resultado de la actuación del Gobierno con medidas que calificó de «audaces», los «enfoques innovadores» y las «decisiones valientes» que ha tomado, a través del Ministerio de Sanidad, el encargado de coordinar toda la gestión del ejecutivo relacionada con la pandemia.
El coronavirus ha causado ya en España 12.418 fallecimientos y ha contagiado a 130.759 personas, según las últimas cifras oficiales, en las que se ve una ralentización en los efectos negativos de la pandemia.
Para frenar los contagios y evitar el colapso del sistema sanitario, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer una prórroga de otros quince días de estado de alarma, hasta el 25 de abril, que supone el confinamiento de casi toda la población, que no puede salir, excepto para hacer compras imprescindibles o realizar trabajos esenciales.
Illa: Las medidas de confinamiento que están cumpliendo los españoles están funcionando
“Los datos confirman la ralentización de la epidemia”. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha asegurado este domingo que, pese a las cifras de fallecidos, “siempre dolorosas”, el porcentaje de contagio en la actualidad se sitúa en un 5% frente a un 20% que el país sufría la semana pasada. “Las medidas de confinamiento que están cumpliendo los ciudadanos están funcionando”.Durante el balance de estos 22 primeros días de confinamiento, el titular de Sanidad ha anunciado que entre hoy y mañana las comunidades autónomas recibirán un millón de pruebas diagnósticas rápidas y también ha insistido en el compromiso del Gobierno, desde el primer momento, con los mayores, “el grupo de población más frágil en esta epidemia”.Illa también ha destacado que, desde esta semana, está garantizado “el suministro permanente” de material sanitario y además ya se cuenta con producción nacional de aparatos de respiración mecánica. También ha informado de que el Gobierno, previa propuesta de la Generalitat de Catalunya, respalda el levantamiento del confinamiento en la zona de Igualada, en la provincia de Barcelona.
MARGARITA ROBLES
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha hecho un balance “esperanzador” de la situación ante los datos de ralentización de la epidemia. Ha explicado que un total de 57.000 militares han actuado en casi 8.000 ámbitos distintos desde la aplicación del estado de alarma con motivo de la pandemia del coronavirus.
Robles ha recalcado que el estado de alarma es un mecanismo plenamente constitucional y que, en cuanto los parámetros sanitarios lo permitan, comenzará un periodo de transición que exigirá el esfuerzo y la responsabilidad de todos para abordar el relanzamiento económico de España.FERNANDO GRANDE-MARLASKA
Por su parte, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha resaltado que “los esfuerzos de la población española nos llevan a tener ya resultados sanitarios importantes”.
Con respecto al trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Marlaska ha repasado que, durante estos 22 días, “para garantizar la restricción de los movimientos y la solidaridad del conjunto de los ciudadanos” se han realizado que tres millones de comprobaciones. Ha tenido q levantar peticiones de sanción 330.000 y detenciones a 2850 personas por desobediencia o resistencia a la autoridad.Además ha recordado que se han repartido entre los efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil más de dos millones y medio de mascarillas y que se repartirá otro medio millón en las próximas horas.
JOSÉ LUIS ÁBALOS
En cuanto al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha hecho balance de las medidas tomadas por su ministerio dirigidas a “garantizar el suministro de productos esenciales” así como la reducción de la movilidad por “una situación que no tiene parangón” y ha subrayado que los desplazamientos de los ciudadanos “se han reducido prácticamente a los que desarrollan servicios esenciales”.“Esta crisis nos pone a prueba como país, sociedad e individuos”, Ábalos ha añadido que “estamos paralizando la actividad económica para proteger la salud” y “todos debemos de estar a la altura”.
Información actualizada:
Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
Sánchez: Todos los españoles vamos a doblegar la curva del virus
“Podemos doblegar la curva, aliviar los hospitales y salvar miles de vidas”. El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado, que, siguiendo las recomendaciones de los expertos y científicos que asesoran al Ejecutivo, el Consejo de Ministros del próximo martes solicitará la autorización al Congreso para prorrogar el estado de alarma desde el 12 de abril hasta las 24 horas del 25 de abril.
“Es el tiempo que necesita nuestro sistema de salud para recuperarse, es el tiempo que necesita nuestra sociedad para mantener a raya al virus e iniciar la desescalada”, ha argumentado el Presidente, que se ha mostrado convencido de que “todos los españoles vamos a doblegar la curva del virus”.
España está todavía en lo que Sánchez denomina “la Primera Etapa”, “reducir aún más la propagación, hacer descender lo contagios todavía más, hasta un punto en que los nuevos enfermos sean menos que los nuevos sanados”. “Estamos cerca” de dejar atrás el pico de la curva y “ahora toca de nuevo implorar a todos otra vez sacrificio, resistencia y moral de victoria para acometer las siguientes tareas de esta lucha”.Y ha advertido de que, una vez superado ese pico, en la desescalada no servirá “precipitarnos, relajarnos o desunirnos”. Comenzará “la Segunda Etapa, la de la reconstrucción” en la que ya trabaja un equipo de expertos y científicos para “reactivar todos nuestros recursos productivos y amparar a las personas y familias más vulnerables para que el COVID 19 no sume a la estela de víctimas civiles una legión de víctimas sociales.
En esta emergencia nadie quedará atrás. Podéis estar seguros”.“La unidad es nuestra fuerza” y “deberemos pasar del qué pueden hacer los demás por mí al qué puedo hacer yo por los demás. Algo que ya hizo nuestro país hace 4 décadas en los Pactos de la Moncloa cuando logró conjurar gravísimas amenazas para nuestra economía y nuestra democracia”, ha remarcado Sánchez, que también espera unidad en Europa que conduzca a “un verdadero Plan Marshall de reactivación a escala continental”.
Y un mensaje claro a los ciudadanos: “Solo hay un camino: sacrificio, resistencia y moral de victoria. Sacrificio para resistir, resistencia para vencer y victoria para vivir” y en especial a los mayores: “la sociedad española no va a desentenderse de vosotros. Os vamos a cuidar como nos cuidasteis a nosotros”.
Salvador Illa: La ralentización de la epidemia se ha cumplido
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha vuelto a agradecer este viernes a los españoles el cumplimiento de “las medidas duras y drásticas” que se están aplicando en nuestro país para frenar el contagio del COVID-19. Illa ha asegurado que esta semana se han registrado incrementos de contagios “por debajo del 10% cuando en las anteriores semanas superaba el 20%” por lo que se demuestra que “la ralentización de la epidemia se ha cumplido”.El responsable de Sanidad también ha querido destacar, dentro de “la dureza de los datos que conocemos” la curación de “30.513 personas” lo que “ofrece un rayo de esperanza”. Ha resaltado también que esta semana se está compaginando el suministro regular de productos sanitarios desde China con la activación de la producción nacional con la creación de respiradores de ventilación mecánica invasiva así como test de detección del COVID-19, entre otros productos, lo que sienta “las bases para garantizar” que este tipo de materiales se fabriquen en España.
Más de 20.000 españoles retornados
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha informado de que más de 20.000 españoles, con estancias temporales en el extranjero, ya han retornado a España: 9.000 desde Europa, 7.000 desde América, 3.000 desde África y 1.000 Asia y Pacífico.
González Laya también se ha referido a la iniciativa Aloja de su ministerio para que españoles que aún no han podido retornar, puedan alojarse en domicilios de españoles en los países en los que se encuentren mientras se logra su regreso. La ministra también ha anunciado que España es uno de los países de la Unión Europea comprometido con ayudar a países «más vulnerables» para hacer frente al virus porque, “hasta que todos estemos a salvo nadie estará a salvo”.
Datos actualizados:
Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación
El Gobierno garantizará un escudo social para que la recuperación sea sólida
El Gobierno, con el escudo social que suponen las medidas que está adoptando, garantizará las rentas de las personas afectadas por la crisis, para que la recuperación sea sólida.
En rueda de prensa telemática desde La Moncloa de la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para presentar los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social, han subrayado que tras una primera quincena del mes positiva, los datos finales son representativos de la situación actual. La Seguridad Social pierde 833.979 afiliados y el paro aumenta en 302.265 personas, situándose el número total de parados en 3.548.312 personas. Los ERTE todavía no aparecen completamente reflejados, debido a los plazos de tramitación, lo que explica la discrepancia entre las cifras de paro y las de afiliación.
A pesar de la fuerte destrucción de empleo, se aprecia que las medidas que se tomaron a partir del 18 de marzo mitigaron las fuertes caídas de los primeros días tras el anuncio del cierre de colegios en Madrid.Datos excepcionales por situación sin precedentes
“Estos datos son espectaculares, sin precedentes, tanto del paro como de la afiliación pero responden a una situación sin precedentes donde es el reflejo estadístico de una caída de la actividad”, ha destacado Escrivá. “Lo que estamos haciendo desde el Gobierno es tratar de garantizar las rentas de personas afectadas por la crisis, con medidas que van más allá para sostener aparato productivo de las empresas para una recuperación más rápida y sólida”, dijo.“Si miramos a nuestro alrededor, se observa que el gobierno de España ha diseñado un escudo social y estamos tomando medidas que van mucho más allá que en otros países del ámbito europeo”, ha subrayado.
Para explicar la excepcionalidad del momento, entre otros datos, Escrivá ha señalado que la caída de 900.000 personas afiliadas a la Seguridad Social que se ha producido en 14 días laborales, solo es comparable a la pérdida similar que se produjo, pero en 100 días después de crisis de Lehman Brothers. «Lo que hoy ocurrió en 14 días entonces ocurrió en 100», destacó refiriéndose a la crisis de 2008.
El ministro, que fue repasando todas las medidas adoptadas, añadió que se está trabajando en la flexibilización de la incorporación de sanitarios y jubilados, y en que personal sanitario extranjero en España pueda incorporarse, confirmando que “ya hay 300 a los que hemos dado permiso de trabajo y lo vamos a seguir haciendo en próximos días y semanas”.
Los ERTEs, camino a seguir
Ante la crisis temporal que estamos viviendo, el Gobierno está haciendo un esfuerzo ingente para paliar sus efectos y proteger a las personas más vulnerables. La puesta en marcha de ERTE’s por causa de fuerza mayor ha impedido que la destrucción de empleo sea mayor de la registrada, y a la vez implica que hay muchas personas que a día de hoy están cobrando una prestación, de manera que cuando esta crisis acabe, volverán a su puesto de trabajo, en el que permanecerán como mínimo 6 meses.Por otro lado, las prestaciones para autónomos, colectivo que quedó muy desprotegido durante la crisis de 2008, suponen una importante novedad.
Gracias a estas medidas hay un conjunto muy importante de la población que pese a haber sufrido el impacto económico de la crisis, cuentan con medidas de protección y con un sostén económico, como han repasado tanto la ministra Díaz como el ministro Escrivá.
Las cifras conocidas hoy reflejan una situación de absoluta excepcionalidad, porque como ha explicado la Ministra de Trabajo, “el mes de marzo transcurría con normalidad, pero desde el 13 de marzo hasta el día 23 de marzo, observamos el incremento diario de cifras de paro”. En estos datos no están computados los ERTE, porque no están en paro ni en búsqueda de empleo, sino en suspensión temporal. “Estas cifras son excepcionales, pero el mecanismo de los ERTEs es el camino a seguir, ha impedido la destrucción de empleo y hace una principal medida, no despedir; las personas están en alta y cobran una prestación y tienen un compromiso de permanencia en la empresa de 6 meses. Esta es la herramienta de no destruir empleo cómo está reconociendo la propia UE.”La ministra de Trabajo ha destacado que se alcanza “una tasa de cobertura de casi el 65%”, y que “las políticas que estamos poniendo en marcha son positivas a efectos de amparar a los más vulnerables, se está observando como las medidas son eficaces”, teniendo a un total de 2.231.000 personas con prestaciones reconocidas.
Diálogo social y consenso político para recuperar la normalidad y superar la crisis
Los efectos de esta crisis durarán meses. Cuando se vuelva a la normalidad sería necesario aprobar con la máxima celeridad unos presupuestos de recuperación, así como que a nivel europeo se consensuen planes para estimular la inversión, que permitan dar apoyo a empresas y autónomos y garantizar su liquidez, y al mismo tiempo proteger las rentas de los trabajadores. Todo ello contando con el instrumento del diálogo social y buscando el máximo consenso político.
Grande-Marlaska: «Un día más es un día menos para la derrota del virus»
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado que “un día más es un día menos menos para la derrota del virus” gracias al esfuerzo y a los sacrificios que está realizando toda la ciudadanía española para afrontar esta epidemia global.En una comparecencia en Moncloa junto con el ministro de Ciencia, Pedro Duque, el titular de Interior ha señalado que la responsabilidad colectiva de la sociedad española para “entre todos, contener y combatir” el coronavirus está arrojando datos que invitan a la esperanza, tales como la ralentización del número de contagios.
Grande-Marlaska ha expresado el apoyo del Gobierno hacia todos los enfermos, y muy especialmente a las más de seis mil personas ingresadas en cuidados intensivos. En el ámbito de su ministerio, el titular de Interior ha echado mano de los datos que reflejan el cumplimiento del confinamiento del estado de alarma. Entre otras cifras, Marlaska ha citado que el tráfico en autovías se ha reducido en un 83%, mientras que el acceso a las ciudades lo ha hecho en un 82%. El ministro ha resaltado que estos porcentajes “no son datos vacíos”, en tanto que ese notable descenso de la movilidad se traduce en contagios evitados, en disminución de la presión sobre el sistema y “por lo tanto miles de vidas que no se van a poner en riesgo”.A fin a afianzar estos avances, el ministro ha anunciado que la DGT y las fuerzas de seguridad del estado intensificarán los controles de tráfico, para asegurar que los movimientos que se producen son únicamente los permitidos para servicios esenciales en este estado de alarma.Entre otras cuestiones, el ministro también ha indicado que se va a reforzar los operativos para ayudar a los profesionales de la salud, garantizar el suministro de bienes de primera necesidad, velar por la seguridad de las víctimas de violencia de género, comprobar la situación de las residencias de tercera edad, trabajar por el retorno de los españoles que se encuentran en el exterior y llevar a cabo otra serie de tareas en pro de los ciudadanos.El ministro ha advertido de que las dos próximas semanas “son cruciales”. Tras recordar que casi 27.000 personas se han recuperado de la enfermedad, el ministro ha destacado que “tendremos que seguir con mucho esfuerzo. Pero todos los ciudadanos estamos trabajando bien. Y estamos viendo que esto tiene resultados”.
PEDRO DUQUE
Por su parte, el ministro de Ciencia, Pedro Duque, que también ha comparecido en esta rueda de prensa en Moncloa, subrayó que en nuestro país estamos avanzando a muy buena velocidad” en el ámbito científico en la búsqueda de tratamientos y de una vacuna frente al COVID-19 y anunció que, probablemente, antes de final de abril tengamos un primer “candidato a vacuna de nivel mundial hecho con el virus completo”.
“Vamos por muy buen camino para poder afirmar que la contribución española a la solución de este problema será sustancial”, dijo.
Duque anunció que hoy ha mantenido una reunión con los consejeros de Ciencia e Innovación de las CCAA, donde, entre otros asuntos, han abordado la posibilidad de incluir a personas del área de la Ciencia y la Universidad a la red de personal que está realizando los test de detección del virus. En este sentido, se ha planteado ofrecer una formación acelerada a estas personas para que tangamos más disponibilidad de gente haciendo estos test.Además, señaló que el Gobierno está trabajando con la industria biotecnológica española, de manera que tengamos un nivel de producción de los test en España comparable a otros países. De hecho, explicó que hay cuatro industrias científicas españolas que pueden hacer los test PCR, que son los más exactos “y tenemos muy buena producción”, dijo.
Por último, el ministro señaló la importancia de la “coordinación”, porque “la ciencia tiene que encontrar esta solución, pero la tiene que encontrar para todos”. En este sentido, señaló que todas las semanas mantienen conferencias con la UE, que va cambiar el uso de fondos para que se destinen a Ciencia e Innovación. “Vamos a intentar que todo el tejido científico e innovador de España se favorezca de estos fondos”, sentenció.
Ábalos recalca el “compromiso y determinación” del Gobierno para que no se den situaciones de vulnerabilidad
El Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, insistió hoy durante una rueda de prensa desde el Palacio de La Moncloa, en «el compromiso y determinación” del Gobierno para que la crisis generada por el COVID-19 no provoque situaciones de vulnerabilidad en los ciudadanos. “Los españoles están asumiendo unos grandes sacrificios, como sucede en otros lugares del mundo”, valoró el ministro que, asimismo, destacó que este esfuerzo se refleja en el hecho de que las drásticas medidas de reducción de la movilidad que se han producido en los últimos días “parece que están dando sus frutos, como ya recogen estudios de prestigio internacional”.
Tanto desde su cartera, como desde el Gobierno, prosiguió, se está trabajando de forma continua para mitigar los efectos de la crisis del coronavirus, especialmente entre los más vulnerables y, prueba de ello es el Real Decreto-Ley que se aprobó ayer en Consejo de ministros y con el que el Ejecutivo de Sánchez da un nuevo refuerzo para que “esta pandemia no suponga un retroceso en el derecho a la vivienda”.
Para el ministro Ábalos, el nuevo paquete de medidas ha puesto en el centro a personas en riesgo de desahucio, tiene en cuenta a los inquilinos que presentan riesgos de vulnerabilidad, y a aquellos cuyo contrato de alquiler fuese a finalizar durante el Estado de Alarma, entre otros. “Es muy importante curar cuanto antes las heridas sociales de esta pandemia”, puntualizó.Además, informó que desde su cartera no se trabaja únicamente en la reducción de la movilidad, sino también en garantizar el abastecimiento en todo el territorio durante el tiempo que dure el Estado de Alarma. “Estamos continuamente implementando medidas para facilitar el trabajo de transportistas y trabajadores esenciales que se ven obligados a desplazarse”, explicó.
Agricultura, ganadería y pesca
Al respecto, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quiso recalcar que desde los agricultores, ganaderos y pescadores, todos los productos alimentarios están llegando “en calidad y cantidad absolutamente normales” y aseguró que, en esta situación de excepcionalidad se puede encontrar normalidad en la cadena alimentaria.
Pese a ello, explicó, que en esta situación de normalidad existen algunos problemas derivados del cierre de un importante canal de consumo para el sector, como es el de la hostelería y restauración, donde se consume un tercio de la producción del sector agroalimentario nacional.
Durante su intervención en la rueda de prensa junto al ministro Ábalos, Luis Planas también apuntó que, todas las medidas que está aprobando el Gobierno para hacer frente a las consecuencias del COVID-19 también son aplicables al sector primario, como las líneas de liquidez del ICO o a proposición del pago de los créditos derivados de la sequía de 2017, entre otras y aseguró que, desde su cartera, “estamos estudiando las respuestas que podamos dar en coordinación con las comunidades autónomas y dentro de los marcos de ayudas públicas establecidos por la UE”.
Feroz acoso al Gobierno
eldiario.es
Rosa María Artal
Es como si cada día chocaran dos aviones en uno de nuestros aeropuertos. Así han llegado a describir algunos sanitarios el impacto de las muertes diarias que causa el coronavirus. Y los afectados que precisan camas, UCIs, profesionales que les atiendan. Yo no sé qué parte no se entiende de cómo está actuando el coronavirus: mata, arroja a una espantosa muerte en soledad por la saturación de los hospitales, traumatiza por fuera y por dentro hasta a quienes no lo padecen –que son la mayoría-, llena de incertidumbres el futuro económico, ha despertado ejemplares conductas de solidaridad y también una inhumanidad brutal que avergüenza a la especie humana por quienes quieren sacar tajada de la desgracia sin el menor escrúpulo. Y, de todo, el primer y total zarpazo: están muriendo centenares de personas y a muchos nos importa. A otros no, a los distraídos con lo suyo, no tanto; a las hienas, en absoluto.
Las cifras son demoledoras, aunque pocos países las han llevado con rigor y no son concluyentes por completo. España anotaba este martes 849 fallecimientos más y superaba los 94.000 casos de coronavirus. Y a la vez, según el Imperial College, las medidas de prevención en España habrían salvado 16.000 vidas. El miedo y el desconcierto son lógicos. Pero hay que matizar porque la oposición -de amplio espectro- está desplegando una campaña de tierra quemada que perjudica a todos. Salvo a los que esperan sacar provecho de ella. Se suceden, no solo críticas, sino peticiones de comparecencias, estudios, querellas. Ante una pandemia mundial. Si otros países tuvieran semejante cerco no podrían ni dedicarse a lo esencial: salvar a los afectados y atajar la expansión de la enfermedad. Y problemas, hay. La falta de medidas de protección y respiradores es común a numerosos países. En Lombardía les engañaron, a Díaz Ayuso la estafaron –cree-, tras pagar 23 millones de euros, al Gobierno le dieron una partida de test defectuosos. Solo Pedro Sánchez está en la diana.
Por supuesto, como presidente del Gobierno, Sánchez tiene la mayor responsabilidad y hay que exigirle soluciones y respuestas hasta donde esta pandemia y el estado previo de nuestro país puede darlas. Incluso ayudarían medidas más radicales, pero todas suscitan el rechazo de la oposición. Tenemos un grave problema en España con quienes ni hacen, ni dejan hacer.
He sido bastante crítica con Pedro Sánchez -si me perdonan la primera persona-, pero ahora mismo me aterra la caza a la que está siendo sometido en un momento crítico de nuestra sociedad. Ni los dirigentes que realmente nos han dañado con sus decisiones han recibido un trato tan despiadado. Ni por asomo, de hecho. Desde Aznar, cuajado de errores trágicos (Invasión de Irak, atentados del 11M, Yak-42, Prestige, burbuja inmobiliaria) a cuantos nos han robado, vendido, manipulado, engañado.
El fuego sucio desplegado contra Pedro Sánchez –y contra algunos miembros de su gobierno- no tiene justificación, y menos cuando tanta traba para resolver problemas daña al conjunto de la sociedad. Ni objetivamente ni humanamente. Cuando después de un cúmulo de zancadillas forma un gobierno progresista con un programa social, llega esta bomba del coronavirus de tan amplia onda expansiva. Tiene a su mujer enferma, a una hija; a su madre y a su suegro, ingresados. Al país traumatizado por cuanto ocurre, lleno de angustia. La cara se le cae a trozos, y aguanta a pie firme, cada vez más solo –destacan algunos desde su silla- quizás porque quiera asumir la misión y sus consecuencias y quemarse en ella si es preciso. Tiene un gesto a veces que así lo indica. Eso parece provocar otro tipo de críticas: no cuenta con los presidentes autonómicos, enfadados ya porque se enteran de las decisiones de calado por la prensa, dicen. Y lo primero es lo primero.
Sánchez aguanta. Recordemos que Rajoy –el especialista en resistir selectivamente- dejó su silla en el Congreso con el bolso de su vicepresidenta llenando el hueco, cuando las vio mal dadas en la moción de censura y pasó horas en un restaurante. Ana Botella se refugió en un spa de lujo en Portugal cuando la tragedia del Madrid Arena. El trato a Pedro Sánchez es desalmado, cuando con seguridad no ha ido a ese cargo a lucrarse como sí hacen otros. Y lo mismo cabría decir –en toda la extensión- de los brutales ataques que sufre la ministra Irene Montero y el vicepresidente Pablo Iglesias. Ser acusados, falsamente, de causar «miles de muertos» no es como para afrontar el día con empuje, por fuerte que sea el empeño. Desde luego, hay mucha gente, yo misma, que dentro de las incertidumbres estoy más tranquila pensando que la gestión la están llevando personas decentes y tan capaces al menos como los de otros partidos, si es el caso.
Volvamos al principio: el coronavirus mata. No es un partido de fútbol en el que brindamos con una copa por el triunfo del equipo favorito. Y porque mata, sabemos lo mucho que nos jugamos con las insidias interesadas de las hienas de todo pelaje; de cordero o borrego, incluidos. La feroz batalla hoy está en que el Gobierno ha paralizado parcialmente la actividad no esencial y, los mismos que la pedían antes, ahora lo censuran porque ven que hacerlo da votos en una ciudadanía asustada que no entiende lo que pasa.
Lo más terrible son esas acusaciones de las pérdidas económicas que se van a producir… con el decreto. ¿Con el decreto o con la pandemia? Numerosos países están deteniendo la actividad porque se trata –¿lo repetimos?- de salvar vidas humanas. Al ultraderechista presidente de Brasil tal minucia no le importa. El de EEUU, Donald Trump, se da por satisfecho si solo mueren cien mil o doscientos mil estadounidenses. Aquí ¿qué cabe deducir de sus apuestas?
¿Los beneficios empresariales valen más que la vida de seres humanos? ¿Quién decide de cuáles? ¿De los que no tienen acceso a UCI porque se esquilmaron los recursos de la sanidad pública para dar negocio a la empresa privada? Por supuesto que va a haber muchos daños, y paro, y pobreza. Consecuencia de la pandemia en primer lugar. Previsiblemente, cuando salgamos de esta, muchas actividades se recuperarán, aunque no todas ni en similar proporción. Y ahora mismo ¿hay algo que importe más que la vida de las personas? Pues miren, de cualquier modo, los muertos no consumen.
Llama poderosamente la atención la frecuencia con la que se pregunta: «de quién es la culpa». Como si adjudicarla nos devolviera a la vida a los muertos y el sosiego a los angustiados. Hay problemas a los que la ciencia no ha encontrado aún solución, cosa que no logran comprender en particular quienes más la desprecian. Y este caso no puede atribuirse, como otros, tanto a negligencias como a contexto. Una pandemia se ve sin duda afectada por el escenario de precariedad preexistente o por decisiones más o menos acertadas. Y ésas son las varitas mágicas: ciencia, medios y acierto. Y si no se entiende es porque previamente se ha hecho una concienzuda labor de infantilización de la sociedad a través de la banalidad.
La culpa. Pablo Casado se ha lanzado a tumba abierta –tan apropiado el tópico- a desestabilizar al Gobierno. Tarea particularmente deleznable en un momento así. Imagínenlo con sus carreras y másters exprés dirigiendo la pandemia. No hace falta imaginarlo: lo dice. No apoyará los nuevos decretos del estado de alarma si no se modifican de forma que el coste no recaiga en la empresas. Los decretos del Gobierno van dirigidos por el contrario a aliviar el peso de los asalariados y colectivos más vulnerables. Desde un susbisidio para trabajadores temporales con contratos extinguidos, a la ampliación del bono social o moratoria en los pagos a autónomos y pymes o la prohibición de cortes de suministros, entre otras. Un paquete de 50 medidas de largo alcance. En esas diferencias pueden estar las claves del acoso. Porque la reacción ha sido tan exagerada que el líder de Vox ha pedido a Sánchez que dimita, se forme un gobierno de «Emergencia nacional» y se haga cargo el ejército de la logística. Esta derecha española que siente tan lejana la democracia.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con la misma intención, manda a la brigada paracaidista a dejar la bandera de España a media asta en señal de luto en IFEMA, mientras los sanitarios se desesperan dentro diciendo que ese caos no se parece en nada a un hospital y la consejería cierra 46 centros de Atención Primaria para enviar a su personal a tratar el coronavirus. Como postura política: la caridad. Tras los destrozos del PP en la sanidad pública, Ayuso «abre una web para donaciones a la Sanidad a cambio de deducciones fiscales». Es decir, las rebajas de aquellos las pagamos todos por un privilegio encubierto. Una concepción medieval del poder. Ésa que se prolongó en España durante siglos y que agradece al señorito lo que quiera darle sin un reparto justo de las cargas. Y la «prensa» mirando tan solo a La Moncloa. Un equipo compacto, como recogía este colega con ironía.
Frente al esfuerzo sobrehumano ya de los sanitarios y de tanta gente que nos cuida -desde las personas que en cada barrio están ayudando a quienes lo necesitan a llevar la compra o lo que precisen-, tenemos a las hienas desatadas por los pastores de la jauría. Elena, una médico de la zona norte de la comunidad de Madrid, está asustada de cómo su mensaje de haber caído infectada por el virus era utilizado para sembrar zozobra en la población y desestabilizar al Gobierno: fue replicado textualmente para causar esa sensación. Y es la punta del iceberg. Lo de WhatsApp y los bulos, eso es ya el inframundo.
Los guías de opinión hablan a las claras o entre líneas. En La Razón, por ejemplo, cuyos responsables se asoman permanentemente a las pantallas de una televisión a menudo devastadora del criterio, tienen claro que Pedro Sánchez está «abocado al sacrificio político», dicen un día, y luego se inventan entrecomillados para promocionar el gobierno de «unidad nacional» que busca la derecha y aquellos a quienes esta derecha española beneficia. Es agotador hasta recopilarlo.
En crónicas más elaboradas se compara el coronavirus de Sánchez con la crisis de 2008 que se llevó a Zapatero, y –pásmense- con «el procés —y la corrupción de su partido— que tumbaron al conservador Mariano Rajoy», como si hubieran llovido del cielo sin responsabilidad alguna de su presidencia. Demoledora esa ley del embudo que, en ocasiones, contagia a muchos más periodistas, ansiosos de buscar las críticas que equilibren en un remedo de objetividad desajustada.
Sobre el dolor y la muerte que produce el coronavirus se libra la batalla que siempre quisieron: fascismo o humanidad, irracionalidad o lógica. Orban en Hungría ya ha terminado de cargarse la democracia «por tiempo indefinido», tenemos el primer Estado totalitario oficial dentro de la Unión Europea tan remisa a actuar como Unión. A lo conocido se añaden otros escenarios. La pandemia llega ya a Latinoamérica con varios países que, como Chile, no tiene sanidad pública desde Pinochet. La expansión puede ser enorme. Se cifran en tres mil millones de personas las que carecen de acceso fácil a agua corriente y jabón en el continente americano, Asia y África. Es un polvorín.
La incertidumbre, el temor al ser humano que contagia, los vengadores de los balcones que incitan persecuciones, la policía que pega indebidamente, las libertades coartadas -con visos de temporalidad y por un bien se estima que superior- andan gestando lo que César Rendueles llama, en El País, «La tormenta perfecta del autoritarismo». Dice el sociólogo, sin embargo, que se crea «un escenario perfecto para una extrema derecha capaz de conjugar un programa económico posneoliberal con una gestión inteligente del rencor social y el miedo colectivo». Yo diría, una gestión desaprensiva.
Los daños del coronavirus son inmensos, desproporcionados incluso a lo que en sí debería representar un virus. Ha sacudido todos los cimientos. Hay un gran deseo de salir de este pozo en la sociedad pero también incertidumbre e impaciencia. Ha quedado absolutamente demostrado el fracaso del sistema neoliberal y hasta el posneoliberal. Los ciudadanos están viendo en sus carnes la importancia de tener un sistema público de salud fuerte que afronte embestidas como ésta y las de todos los días. Ocurre en el mundo entero. En todos los continentes. Luego no cabe ni más de lo mismo, ni mucho menos el más del fascismo. Sería decepcionante también que la maldad no tuviera siquiera condena social. Pero la respuesta depende de cuánto se quiera tragar lo que se inoculan a través de todos los medios a su alcance y todas las escenografías.
Llegados a este punto, cuando es tanto lo que peligra, solo cabe la defensa y la afirmación. Perdonen si algunos no somos corteses con ustedes, los torpes y los listos que actúan contra nuestros intereses y hasta contra los suyos. Nos dan igual sus risas y sus aullidos de hienas. Lo que pasa es que ahora están en juego nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. Y las de quienes precisamente se esfuerzan por salvarnos. No podemos permitírselo. ¿Lo entienden ya?