El Gobierno progresista garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas y destierra el 0,25% de Rajoy
El Ejecutivo de coalición liderado por Pedro Sánchez adoptó en su primer Consejo de Ministros una decisión de calado: la revalorización de más de 11 millones de pensiones para garantizar el poder adquisitivo de los y las pensionistas. En palabras del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, se trata de “que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo” y de trasladar “un compromiso nítido” con las personas mayores.
Sánchez recordó también que, con esta decisión, se corrige “el techo del 0,25%” impuesto por el Gobierno del PP, que implicó que las pensiones sólo subían un cuarto de punto al año con independencia del alza de los precios. Ese mecanismo, adoptado “sin consenso ni diálogo, y al margen del Pacto de Toledo”, supuso “una pérdida de poder adquisitivo” para los pensionistas, tal y como recordó en una rueda de prensa el presidente del Gobierno
La revalorización del 0,25% fue introducida por el Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy como parte de la reforma de las pensiones de 2013, adoptada sin consenso en el Pacto de Toledo y en contra de los intereses de los y las pensionistas, ya que implicaba una pérdida de poder adquisitivo al desvincular la revalorización de sus pagas de la evolución de los precios. Hasta entonces, las pensiones se revalorizaban de acuerdo al IPC de noviembre.
Así, en 2014, 2015, 2016 y 2017 las pensiones sólo subieron un 0,25% al año, pese a que la inflación acumulada entre enero de 2014 y diciembre de 2017 fue del 3,0%, según datos del INE, lo que significa que los y las pensionistas perdieron poder adquisitivo. El PSOE incluyó ya en su programa de 2015 la derogación de esta reforma y la garantía del poder adquisitivo de las pensiones, y cumplió tras llegar al Gobierno en 2018.
En diciembre de 2018, pocos meses después de su llegada a La Moncloa, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó una subida del 1,6% para todas las pensiones, y del 3% en el caso de las mínimas. El Consejo de Ministros dejó así sin efecto el 0,25% decretado por Rajoy y garantizó los derechos de los pensionistas. Dado que el IPC en 2019 fue, finalmente, del 0,8% (inferior al previsto inicialmente), los pensionistas ganaron poder adquisitivo por primera vez en años.
Para 2020, el Gobierno de Sánchez ha aprobado una subida del 0,9% para todas las pensiones, en línea con las previsiones de inflación para ese ejercicio. Si los precios subieran más, los pensionistas recibirían una paga compensatoria antes de 2021, para garantizar la suficiencia de las pensiones. Esta medida figuraba en el programa de los socialistas para las generales de 2019, y figura también en el pacto de coalición firmado con Unidas Podemos.
En concreto, la hoja de ruta del Gobierno progresista señala, en torno a las pensiones, que “se blindarán las pensiones de nuestros mayores” asegurando “la sostenibilidad del sistema público de pensiones y su revalorización conforme al coste de la vida” de “forma permanente” impulsando, además, un nuevo Pacto de Toledo y elevando especialmente el poder adquisitivo de las pensiones mínimas y las no contributivas.