Opinión

Después de 229 años

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María del Mar Martín

Desde que Olimpia de Gouges escribiera “La Declaración de los Derechos de la Mujer” en 1791,  tras descubrir que en La Declaración de los Derechos del Hombre, que aprobó la Asamblea Constituyente francesa en 1789, no se incluía a las mujeres, esos derechos se referían única y literalmente a los hombres, ha llovido mucho. Pero esa lluvia no ha servido ni para desempolvar superficialmente del olvido la historia de tantas mujeres luchadoras por la igualdad.

A Olimpia le costó caro el atrevimiento de pretender equiparar los derechos de las mujeres a los de los hombres. Dos años después de publicar “La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”, el 3 de noviembre de 1793, fue guillotinada.

Con anterioridad, las mujeres al verse excluidas de la Asamblea General se volcaron en expresar sus reivindicaciones en Los Cuadernos de Quejas, que se convirtieron en el testimonio colectivo de sus esperanzas de cambio. Dejaron por escrito que reivindicaban el  derecho a la educación, al trabajo, derechos matrimoniales y sobre los hijos así como el derecho al voto y la abolición de la prostitución, los malos tratos y los abusos dentro del matrimonio. Pero estas reivindicaciones nunca fueron tenidas en cuenta.

Como expresa Nuria Varela en el libro “Feminismo para principiantes”  “las mujeres de la Revolución Francesa observaron con estupor cómo el nuevo estado revolucionario no encontraba contradicción alguna en pregonar a los cuatro vientos la igualdad universal y dejar sin derechos civiles y políticos a todas las mujeres” a pesar de que ellas participaron de forma activa en todo el proceso revolucionario. Estas mujeres denunciaron la “aristocracia masculina” reivindicando la abolición de los privilegios del sexo masculino, tal y cual se estaba haciendo con los privilegios de los nobles sobre el pueblo. Pero todo fue en vano.

El filósofo y hombre de ciencia de la época, Nicolás Condoret, en 1790 mofándose de los prejuicios de sus contemporáneos expresó: ¿Por qué unos seres expuestos a embarazos y a indisposiciones pasajeras no podrían ejercer derechos de los que nunca se pensó privar a la gente que tiene gota todos los inviernos o que se resfría fácilmente? Aquellas frases cayeron en terreno yermo.

Han pasado 229 años y ahora otro hombre, en este caso de letras, se ha subido hace unos días a una tribuna para pronunciar un discurso radicalmente opuesto al de Condoret. Los avances, que tanto han costado lograr, vuelven a estar en discusión, con partidos políticos como el que acaba de entrar en el Parlamento andaluz. Nunca creí que escucharía frases como las que pronunció ese exjuez inhabilitado por el Tribunal Constitucional. Nunca imaginé que en la política española o andaluza se defenderían ideas anticonstitucionales y trasnochadas que niegan realidades constatables como la violencia machista, las violaciones y los asesinatos por ser mujer.
La muerte de Olimpia de Gouges sirvió de acicate en su época y continuaron,  hasta nuestros días, las reivindicaciones de igualdad entre hombres y mujeres. Las palabras de estos individuos deben servirnos para recordarnos que nada es imperecedero, que tras las revoluciones llegan las contrarrevoluciones y podemos encontrarnos en las puertas de un nuevo y terrible tiempo.

 

Trolls en Andalucía

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María del Mar Martín

En el folclore escandinavo, los trolls son seres salvajes y malintencionados que viven en cuevas o bajo colinas. Han llegado hasta nosotros a través de cuentos y los hemos acogido con naturalidad en sustitución de nuestros antiguos ogros. Tolkien los inmortalizó en el Hobbit y el director cinematográfico Mike Mitchell en 2016 con la película que los lleva por título. Sin embargo, no todos los trolls que conocemos pertenecen al mito, a la literatura, o al cine. Los hay en internet y los acabamos de descubrir en la política. Vienen a sabotear todos los avances sociales y de libertades logrados en las últimas décadas. Han llegado para generar descontento y desconfianza en un pueblo que creía inviolables conquistas logradas, en muchos casos, incluso con sangre. Estos trolls involucionistas, que apuestan por lo peor de un pasado cuyas heridas siguen sin cicatrizar, no creen, ni han creído nunca en Andalucía. Son contrarios al estado constitucional de las autonomías, por lo que no es de extrañar que reivindiquen el 2 de enero, día de la conquista de Granada en 1492, en lugar del 28 de febrero fecha en la que los andaluces en 1980 nos ganamos en las urnas nuestra autonomía.

Como los trolls de internet quieren entrar en las instituciones para dinamitarlas desde dentro. No les preocupa mejorar la vida de los andaluces, ni hacer de Andalucía una comunidad más próspera. Entre esas 19 propuestas que han colocado sobre la mesa y son una  auténtica declaración de intenciones, no hay ninguna que proponga mejoras para bajar los índices de desempleo, para sacar de la exclusión o emergencia  social a las miles de familias que se encuentran en ella o para incrementar la calidad de la sanidad o la educación. Sólo se refieren a estas últimas para defender su devolución de competencias al Estado Central o para recuperar la educación segregada. Proponen reducir el gasto público y bajar los impuestos con la consiguiente merma de la calidad en la sanidad y la educación con el objetivo de beneficiar a las empresas privadas y, como en el franquismo, dejar lo público como beneficiencia. Los nuevos trolls que han llegado a Andalucía añoran de corazón aquel franquismo paternalista y retrasado, involucionista y machista. Estas 19 medidas ideológicas proponen la derogación de las leyes que protegen a las mujeres frente a la violencia machista o refuerzan los derechos del colectivo LGTBI y sin embargo defienden leyes a favor de la tauromaquia y la caza, dejando claro, así, su orden de prioridades. Lo pueden decir más alto, pero no más claro, por lo que, quien tenga oídos que oiga. Dicen que son medidas negociables, pero detrás de cada una de ellas hay una agenda, un cuaderno de bitácora con una brújula y un rumbo definido. Se proponen resetear las últimas décadas de la historia de España y devolvernos a un pasado del que consideran no debimos haber salido.

Un monstruo ha venido a vernos, pero aún estamos a tiempo de evitar que se quede, y lograr, como hizo Gandalf con el demonio del mundo antiguo, Balrog, devolverlo a las profundidades, gritando: “No puedes pasar”.

Caza de brujas 2.0

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María del Mar Martín

La biografía de España ha dibujado a lo largo de los años un caminar incierto hacia adelante y hacia atrás. En los libros de Historia se cuenta cómo, cada vez que se lograban avances sociales y democráticos, surgían movimientos contrarreformistas que se empeñaban en evitarlos, consiguiéndolo en la mayoría de los casos.Este 2019, recién estrenado, se recordará como un ejemplo de ello. Los avances en igualdad y en la lucha contra la violencia de género corren peligro, de igual modo que lo corrieron todos los avances sociales y de libertades que en la II República quisieron poner a España a la altura de las modernas democracias europeas. Nada es para siempre y ninguna ley está libre de ser derogada a pesar de que fuera aprobada para proteger de abusos y denigraciones. Al igual que los pueblos antiguos evitaban pronunciar el nombre de Dios para que éste no se presentara, habría que empezar ahora a evitar mencionar el nombre de aquellos que dicen que vienen a cambiar lo que tanto ha costado construir con consenso y respeto. Y han decido empezar con una nueva caza de brujas. Siempre la mujer ha sido el blanco de las mayores atrocidades en los momentos de crisis o cambios y en esta ocasión no iba a ser distinto.

El nombre es el que convierte en realidad las cosas y de tanto nombrarlos los han visibilizado, naturalizado y traído a la realidad, procedentes de un averno medieval, atrasado y violento. Una vez más, la historia nos pone a prueba, pero como nuestro pasado es un gran desconocido, lo más probable es que estemos obligados a repetirlo, y, a menos que despertemos y pongamos remedio, volveremos a iniciar esos pasos atrás que tanto nos han caracterizado como pueblo que abruptamente zigzagea.

MEMORIA A LA DERIVA

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Mar Martín
La memoria habitualmente es muy corta, sobre todo desde nuestro espacio de confort en el que nos situamos creyendo que nos protegerá siempre.
Sin embargo, los hilos que tejen los destinos son tan frágiles que en cualquier momento se rompen y hacen trizas de todo lo que creíamos seguro.
“En la mente de todos había sensación de fuga, derrota, hundimiento moral. Sentíamos el miedo, la humedad e incertidumbre de niebla y frio. En la explanada quedaba un paisaje de desamparo entre los que habían perdido el barco”. Este testimonio de Antonio Vilanova de hace 79 años y que recoge El País en un artículo del 23 de marzo de 2014 ha sobrevivido al paso del tiempo y se hermana con las palabras de la poeta anglo-somalí Warman Shire quien escribió: “nadie pone a su hijo en un barco salvo que el agua sea más segura que la tierra”.
En el  “Aquarius” los valientes tripulantes pusieron a salvo o pretendían poner a salvo a 630 personas migrantes que huyendo del horror de sus países de origen se lanzan al mar en busca de una oportunidad. Noche cerrada, la quilla de la patera estaba rota y la embarcación amenazaba con hundirse, cuando se escucharon las palabras de salvación procedentes del Aquarius: “Caballeros, quédense sentados, mantengan la calma, los vamos a rescatar a todos, uno por uno. Ayúdennos a que les ayudemos”.
El Stanbrook con su capitán Dickson desobedeciendo las órdenes del propietario del carbonero británico intentó salvar de una muerte segura a 2638 civiles españoles, niños, mujeres, hombres y soldados republicanos que huían del horror del fin de una guerra que daría comienzo al peor periodo de la historia de España en el que la represión bajo la que se asesinarían a cientos de miles de hombres y mujeres por su ideología, duraría 40 años respaldada y orquestada desde el propio Estado.
La historia no para de repetirse, una y otra vez. Cambian las personas que la sufren y los escenarios, pero el transfondo se mantiene.
La tragedia de la guerra, la represión o el hambre hacen que cientos de miles de personas anhelen una vida mejor y abandonando sus patrias, y a sus familias lo arriesguen todo en busca de un sueño que en muchas ocasiones se vuelve inalcanzable.
El destino de los 630 migrantes del Aquarius será muy distinto del que tuvieron los 2.638 exiliados republicanos que huyeron desde el puerto de Alicante, aún no ocupado por el ejército franquista, a un final impreciso.
Gracias al nuevo gobierno socialista es posible que se les otorgue a estos 630 migrantes la condición de refugiados y de personas de acogida. Sin embargo, los exiliados republicanos que lograron subir al Stranbrook tuvieron otra suerte: la mayoría terminó en campos de concentración de Argelia, algunos, con más fortuna, lograron llegar a Sudamérica, e incluso, los hubo que se alistaron al ejército francés que luchaba contra los nazis con la esperanza de que una vez terminada la II Guerra Mundial, las fuerzas aliadas vendrían a España a librarnos del fascismo de Franco, pero se equivocaron. Formaron parte de «La Nueve» brigada que al mando del capitán valenciano Amado Granell liberó París de los nazis y hasta hace sólo pocos años no se les ha dado merecido reconocimiento.
Sin duda, la memoria es corta, frágil y muchas veces desconsiderada.

 

NO SON SÓLO PALABRAS

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Mar Martín

“Abusar” según la Real Academia de la Lengua Española es hacer uso excesivo, injusto o indebido de algo o de alguien. Hacer objeto de trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder. Y “violar” según la RAE es tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad. Profanar un lugar sagrado. ¿Y hay algo más sagrado para una mujer que su propio cuerpo? Sin embargo, para estos tres jueces varones que dictaron ayer sentencia, la violación múltiple y reiterada por todos los orificios que encontraron en el cuerpo de la joven, no fue violación sino abuso. Es decir que meter un pene por la boca, el ano y la vagina de una joven reiteradas veces es realizar un “uso excesivo de algo” y nunca mejor dicho, porque la joven queda reducida a eso, a algo, a un objeto a disposición de los varones para su uso y disfrute.

Que cinco varones corpulentos y de mayor edad te rodeen en un espacio pequeño, te reduzcan a la mínima expresión de ser humano y repetidas veces hagan uso de tu cuerpo para su satisfacción, profanando tu intimidad, tu identidad y tu ser más profundo, es simplemente un trato deshonesto a una persona de menor experiencia, fuerza o poder.

Esta es la distinción terminológica recogida en nuestro Código Penal del año 1995 que ha permitido a los jueces reducir la pena de cárcel de los autodenominados “la manada”.

PUNTO DE INFLEXIÓN EN MORADO

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Mar Martín

La huelga feminista de hoy 8 de marzo ha sido un auténtico éxito independientemente del número de mujeres y hombres que la han secundado, que por cierto ha sido muy numeroso.

Durante varios días la situación de la mujer dentro del patriarcado machista dominante ha sido protagonista de programas de radio, de columnas de prensa escrita y de espacios televisivos. Nunca antes se había hablado tanto y en tantos foros de las discriminaciones, humillaciones  y desigualdades que sufre la mujer en todo el mundo y en todos los ámbitos de la vida.

Este 8 de marzo de 2018 será un punto de inflexión en la lucha de la mujer contemporánea, posiblemente el comienzo de una nueva toma de conciencia, un paso más para que el feminismo ocupe el lugar que le corresponde.

Ya se está empezando a reconocer el término “feminismo” como “igualdad”. Cada vez está más alejado de aquellas connotaciones que el machismo le había dado y que lo situaban al mismo nivel que la conspiración judeo-masónica en el franquismo o el comunismo para los yanquis. Declararse feminista era lo peor que una mujer podía hacer.

Hoy hay muchos hombres que abiertamente se declaran feministas aunque todavía, también, aún hay muchas mujeres que son incapaces de pronunciar esta palabra, tan denostada y vapuleada durante demasiado tiempo. Por ello debemos continuar la senda que iniciaron aquellas valientes mujeres que desde la revolución francesa defendieron la igualdad y denunciaron las injusticias provoncándoles sufrimiento, insultos, amenazas e incluso la muerte.

La manifestación feminista de hoy 8 de marzo, como las anteriores y las que vendrán se la debemos a nuestras madres y abuelas y a nuestras hijas y nietas, a todas las mujeres silenciadas y olvidadas que lucharon por la igualdad.

HECHOS Y NO PALABRAS

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Mar Martín
Es difícil imaginar un mundo en el que la mitad de la población no pudiera votar. Pero eso aún sigue sucediendo en países como Arabia Saudí y en países como Suiza dejó de ocurrir en 1971, es decir, antes de ayer.
Hay quien cree que los derechos de los que disfrutamos en las democracias occidentales cayeron del cielo o existen desde el principio de los tiempos y, ni una cosa ni la otra. Muchos de ellos son derechos conseguidos hace poco y gracias al sacrificio de muchas personas que incluso dieron sus vidas para que hoy pudiéramos disfrutar de algo tan elemental como el derecho al voto femenino.
Fueron las sufragistas las que pelearon en el Londres de finales del siglo XIX por conseguir que la mujer pudiera votar y consecuentemente redactar leyes y derogar injusticias impuestas por el machismo del patriarcado reinante como que los hijos e hijas era exclusivamente de los hombres quienes podían darlos en adopción sin el consentimiento de la madre.
En España, fue la República quien le concedió el voto a la mujer en el año 1933 pero aquel derecho quedaría enterrado pronto bajo la dictadura y su propaganda fascista en la que relegaron a la mujer al papel de esposa sumisa y dócil o puta en el que caso de que reivindicara sus derechos y su libertad.

BOTELLA MEDIO VACÍA

Magritte

Mar Martín

La botella siempre puede estar medio llena o medio vacía según la perspectiva con la que la miremos. Y esta es la tesitura en la que nos podríamos encontrar tras el recién descubierto yacimiento de petróleo en México.

Este hallazgo supondrá más de 1.500 millones de barriles de petróleo crudo y suculentos  beneficios económicos a la empresa que lo va a explotar y a todas aquellas que mercadean con los derivados de este recurso no renovable. Sin embargo, como consecuencia de este yacimiento se van a incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera favoreciendo  el nefasto cambio climático y  sus efectos nocivos sobre la vida en la tierra.

Si es cierto que la tierra sobrevivió a las 5 grandes extinciones masivas contabilizadas, no lo es menos que las secuelas que el Cambio Climático producen en nuestros ecosistemas urbanos y naturales llevarán a poner en peligro nuestra forma de vida tal y como la conocemos hoy.

Sequías, inundaciones, olas de calor, lluvias torrenciales, aumento de la temperatura y del nivel del mar, son algunas de las primeras muestras o demostraciones de que el Cambio Climático es una realidad inminente de la que no podemos escapar.

FENÓMENO VÍRICO

La gran invocación Leonora Carrington

 

Mar Martín

Vienen a mi memoria frases clásicas de maltratadores, heredadas del acervo cultural machista y patriarcal en el que vivimos.

Frases que ocultan amenazas del tipo: “lo único que vamos a tener serán tormentas, si sigues en reprimenda, para que lo entiendas, nuestro cariño de niños chiquititos está sobre una cuerda”.

Frases de victimismo, que tiene como única finalidad crear sentimientos de culpa en la mujer, como: “no me dejes así que yo te quiero a morir. Ya se me van las canciones si te vas y no volveré a enamorarme nunca más. Te ruego que no te vayas”.

Frases de falso amor, que esconden control y sentido de la propiedad, como: “me gusta ser el dueño de tus pensamientos” y frases de recriminaciones propias de torturadores emocionales del estilo: “llorando te vas, me pides perdón, pero es que de lágrimas no vive un corazón”.

Y también, viene a mi memoria la frase “ya te hubiera tirado por la ventana”, esta última resultándome especialmente cercana.

No obstante, es de las primeras de las que me gustaría llamar la atención, no tanto por lo que dicen, que ya es suficientemente nefasto,  sino por quién las dice y quién las escucha a diario. De quien las cantan se afirma que son un fenómeno viral, que cuentan con 40 millones de visitas en youtube y lo peor de todo, se les está dando una cobertura mediática desproporcionada. Son dos niños de 11 y 14 años, Nau y Adexe y se han convertido en un auténtico virus de nuestra sociedad.

Sus letras son un atentado contra las políticas de igualdad que desde todos los ámbitos de la sociedad se deberían implantar. Son la reproducción de todos  los roles machistas que se quiere combatir. Sus mensajes reiteran los modelos tradicionales de relación de poder entre hombre y mujer con frases como “llegarás a tu destino, yo haré que lo sepas. Decídete, vamos, ven a abrazarme, pronúnciate, que estoy esperando”.

Leer las letras de sus cuatro canciones más famosas es suficiente para levantar estómagos y vomitar, imaginando a cientos de miles de niños y niñas entre 9 y 14 años delante de la pantalla del ordenador o del televisor memorizando sus canciones que insultan a la mujer y son verdaderos atropellos a la igualdad.

Este fenómeno viral, autentico virus contra la mujer, está influyendo en nuestros hijos e hijas con frases machistas y retrógradas, tirando por tierra todo el trabajo que en las escuelas y en las familias se haga por educar en igualdad.

Si ya es dañino que adultos escuchen reguetón, que niños y niñas canturreen sus letras es algo inadmisible.

Es difícil que esta sociedad cambie si no atendemos a estos, no tan pequeños detalles, si no somos capaces de integrar la igualdad en cada gesto, en cada frase.

La lucha por la igualdad resulta la más difícil de todas las luchas porque mientras la mitad de la población quiere avanzar en una cuesta hacia arriba tirando de la pesada carga que significa el machismo interiorizado en el ADN, la otra mitad de la población tira en sentido contrario llevando consigo la ventaja de la fuerza de la gravedad.

 

 

 

VÍCTIMAS Y VERDUGOS

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Mar Martín

El programa radiofónico ya había comenzado y no supe quién pronunciaba aquellas palabras de recuerdo y dolor.“Y antes de llegar a su casa les dispararon”  era la frase que escuché y supuse que se refería a la represión franquista en la que fueron asesinados, sólo en la provincia de Sevilla más de 14.000 personas por sus afiliaciones políticas y sindicales.

 También esa frase podía hacer referencia a la represión institucional,  en la que, según el historiador José Carlos Martínez Gálvez , se sucedieron los episodios más violentos y se extendió hasta la década de los años 50.

Miles de hombres fueron arrancados de sus familias para ser asesinados junto a las tapias de los cementerios como el de Sevilla. Miles de hombres y mujeres represaliados y asesinados a manos de fascistas que bajo la protección y encomienda de la dictadura franquista crearon un estado de terror en el que había que erradicar cualquier pensamiento libre, cualquier ideal de un mundo igualitario.

Pensé que esa voz que escuché en la radio hacía referencia a aquellos años de horror, silenciados y de los que dicen algunos que, sacarlos a la luz, es un acto de revanchismo y de abrir heridas, que por cierto, nunca estuvieron cerradas.

Sin embargo pronto descubrí que estaba equivocada. Que la frase hacía referencia al asesinato también en una calle de Sevilla, pero del concejal Alberto Jiménez Becerril del PP y su esposa.

De eso hace ya 20 años, y sigue siendo legítimo recordarles y hacer homenaje a su memoria, del mismo modo que los miles de asesinados también por motivos políticos durante el franquismo se merecen el recuerdo y, como mínimo, desentrañar dónde se encuentran sus cuerpos y que sus familiares les puedan dar sepultura.

Quizás la diferencia entre unos y otros asesinatos sea tan sólo el verdugo, teniendo en cuenta que el de la represión franquista cuenta con un templo y una fundación financiada con dinero público.